after dark
Porque, a los que me caían mal, los zurraba a todos y ¡listos! Mari sonríe. -Ojalá hubiera podido hacer lo mismo, pero yo… -¡En fin! Dejémoslo correr. No creo que sea algo de lo que una pueda ir pavoneándose por ahí… ¿Y qué pasó entonces? -En Yokohama había una escuela para niños chinos y una amiga mía de toda la vida, una niña del barrio, iba allí. La mitad de las clases era en chino, pero aquella escuela era muy distinta de la japonesa. No daban tanta importancia a las notas y estaba mi amiga, así que no me importó ir. Mis padres estaban en contra, claro, pero como ésa era la única manera de que asistiera a la escuela… -Vamos, que eras un poco cabezota, ¿no? -Sí, supongo que sí -reconoce Mari. -Y siendo japonesa, ¿podías ir a aquella escuela? -Sí. No pedían nada especial para admitirte. -Pero tú no hablabas chino, ¿verdad? No. En absoluto. Pero era pequeña y mi amiga me ayudó. Aprendí enseguida. Era una escuela muy poco estricta, la verdad. Estudié allí toda la secundaria y todo el bachillerato. A mis padres no les gustaba. Ellos querían que fuera a una escuela preparatoria reconocida y que luego estudiara derecho, medicina o algo por el estilo. Tenían los papeles muy bien repartidos… La mayor, Blancanieves; la pequeña, un genio. -¿Tan guapa es tu hermana? Mari asiente y toma un sorbo de Perrier. -Desde secundaria trabaja como modelo en las revistas. En revistas de esas para adolescentes. -¡Vaya! –dice Kaoru-. No debe de ser fácil tener una hermana mayor tan despampanante. Oye, cambiando de tema, ¿qué hace una chica como tú vagando por aquí a medianoche? -¿Una chica como yo? -Pues sí, una chica como tú. Salta a la vista que eres una buena chica. -Es que no me apetecía volver a casa. -¿Te has peleado con tu familia? Mari niega con la cabeza. -No se trata de eso. Sólo quería estar sola en un sitio que no fuera mi casa. Hasta el amanecer.
-¿Ya habías hecho esto antes? Mari permanece en silencio. Kaoru le dice: -Quizá me esté metiendo donde no me llaman, pero, sinceramente, éste no es un barrio donde una buena chica pueda pasearse sola por la noche. Hay un montón de tipos peligrosos pululando por ahí. Yo misma he tenido problemas más de una vez. El barrio cambia mucho desde que sale el último tren de la noche hasta que pasa el primero de la mañana. Durante el día parece un sitio distinto. Mari alcanza la gorra que ha dejado sobre la barra y, durante unos instantes, juguetea con la visera. Le está dando vueltas a algo en la cabeza, aunque al final aleja esos pensamientos de su mente. Mari habla con un tono de voz calmado pero resuelto: -Lo siento, pero ¿podemos hablar de otra cosa? Kaoru toma un puñado de cacahuetes y se lo embute en la boca. -Sí, claro. Vale. Hablemos de otra cosa. Mari se saca un paquete de Camel con filtro de un bolsillo de la cazadora y lo enciende con un mechero Bic. -¡Anda! ¡Pero si fumas! –exclama Kaoru con admiración. -A veces. -Pues no te pega nada. Mari se ruboriza, pero, aun así, esboza una sonrisa incómoda. -¿Me das uno? –dice Kaoru. -Claro. Kaoru se pone un cigarrillo entre los labios, alcanza el mechero de Mari, lo enciende. Realmente, a ella le pega mucho más tener un pitillo entre los dedos. -¿Tienes novio? Mari hace un pequeño gesto negativo de cabeza. –Por ahora, no me interesan demasiado los chicos. -¿Y las chicas, sí? -No, tampoco. Vaya, no lo sé. -Kaoru fuma mientras escucha la música. Al relajarse, el cansancio ha aflorado a su rostro. Hay algo que quiero preguntarte desde hace un rato –dice Mari-. ¿Por qué el hotel se llama Alphaville? -¡Uf! ¡Vete a saber! Eso habrá sido cosa del jefe. En un love-ho el nombre es
- Page 2 and 3: HARUKI MURAKAMI After Dark
- Page 4 and 5: alegremente a entrar. Un coche mode
- Page 6 and 7: estuche de color negro de un instru
- Page 8 and 9: directamente una ensalada de pollo.
- Page 10 and 11: ecién hecho la taza de Mari. Y com
- Page 12 and 13: debería haber perdido jamás. Lueg
- Page 14 and 15: contempló el mundo. Alcanzaba a ve
- Page 16 and 17: El hombre tarareó los primeros och
- Page 18 and 19: piel. En su rostro todavía queda e
- Page 20 and 21: perfecta. Ni un solo músculo de su
- Page 22 and 23: dear de una forma casi imperceptibl
- Page 24 and 25: Denny's, el mismo interior de antes
- Page 26 and 27: -Pues resulta que Takahashi me ha d
- Page 28 and 29: -Tú no has estado nunca en un luga
- Page 30 and 31: limpian el aseo. Por lo visto, est
- Page 32 and 33: hecho una furia, le ha arreado una
- Page 34 and 35: Luego se vuelve hacia Mari: -Mashan
- Page 36 and 37: -Gracias -responde Kaoru. -Si llama
- Page 38 and 39: espaldas, o bien le enfoca otras pa
- Page 40 and 41: 4 am Mari y Kaoru andan por una cal
- Page 44 and 45: lo de menos. Total, un love-ho es u
- Page 46 and 47: los trenes, la mayoría de clientes
- Page 48 and 49: crepitar que se oía al bajar la ag
- Page 50 and 51: am Oficina del hotel Alphaville. Ka
- Page 52 and 53: Las tres miran la imagen de la pant
- Page 54 and 55: una buena compañía, no creas. Era
- Page 56 and 57: ollo. Kaoru, con una mueca en el ro
- Page 58 and 59: -Bueno, ésta es la hora en que apa
- Page 60 and 61: La música de piano de Bach suena a
- Page 62 and 63: Cuando tú te levantes, yo estaré
- Page 64 and 65: Nuestra mirada está de vuelta en l
- Page 66 and 67: el mismo momento. Lo sabemos por el
- Page 68 and 69: Mari no dice nada. -Me lo ha dicho
- Page 70 and 71: Sosteniendo la taza de café con am
- Page 72 and 73: siempre. Nadie puede acabar con él
- Page 74 and 75: Entonces, hasta que apruebes las op
- Page 76 and 77: al hotel con una chica. Como client
- Page 78 and 79: am Eri Asai continúa durmiendo. Pe
- Page 80 and 81: en los oídos. Nadie. No hay señal
- Page 82 and 83: Salta decidida de la cama. Posa con
- Page 84 and 85: parece la habitación de un hospita
- Page 86 and 87: Mari y Takahashi están sentados ju
- Page 88 and 89: entramos en una cafetería de por a
- Page 90 and 91: -Ése era uno de sus problemas pers
Porque, a los que me caían mal, los zurraba a todos y ¡listos!<br />
Mari sonríe.<br />
-Ojalá hubiera podido hacer lo mismo, pero yo…<br />
-¡En fin! Dejémoslo correr. No creo que sea algo de lo que una pueda ir<br />
pavoneándose por ahí… ¿Y qué pasó entonces?<br />
-En Yokohama había una escuela para niños chinos y una amiga mía de<br />
toda la vida, una niña del barrio, iba allí. La mitad de las clases era en chino,<br />
pero aquella escuela era muy distinta de la japonesa. No daban tanta<br />
importancia a las notas y estaba mi amiga, así que no me importó ir. Mis padres<br />
estaban en contra, claro, pero como ésa era la única manera de que asistiera a la<br />
escuela…<br />
-Vamos, que eras un poco cabezota, ¿no? -Sí, supongo que sí -reconoce<br />
Mari.<br />
-Y siendo japonesa, ¿podías ir a aquella escuela? -Sí. No pedían nada<br />
especial para admitirte.<br />
-Pero tú no hablabas chino, ¿verdad?<br />
No. En absoluto. Pero era pequeña y mi amiga me ayudó. Aprendí<br />
enseguida. Era una escuela muy poco estricta, la verdad. Estudié allí toda la<br />
secundaria y todo el bachillerato. A mis padres no les gustaba. Ellos querían<br />
que fuera a una escuela preparatoria reconocida y que luego estudiara derecho,<br />
medicina o algo por el estilo. Tenían los papeles muy bien repartidos… La<br />
mayor, Blancanieves; la pequeña, un genio.<br />
-¿Tan guapa es tu hermana?<br />
Mari asiente y toma un sorbo de Perrier.<br />
-Desde secundaria trabaja como modelo en las revistas. En revistas de esas<br />
para adolescentes.<br />
-¡Vaya! –dice Kaoru-. No debe de ser fácil tener una hermana mayor tan<br />
despampanante. Oye, cambiando de tema, ¿qué hace una chica como tú vagando<br />
por aquí a medianoche?<br />
-¿Una chica como yo?<br />
-Pues sí, una chica como tú. Salta a la vista que eres una buena chica.<br />
-Es que no me apetecía volver a casa.<br />
-¿Te has peleado con tu familia?<br />
Mari niega con la cabeza.<br />
-No se trata de eso. Sólo quería estar sola en un sitio que no fuera mi casa.<br />
Hasta el amanecer.