venezolano

El-habla-del-venezolanoDIGITAL El-habla-del-venezolanoDIGITAL

isabelrivero70
from isabelrivero70 More from this publisher
19.11.2015 Views

Todo lo que el espacio virtual implica, como mandar correos electrónicos, buscar información, establecer comunicación en vivo con personas de otros países, entre otras actividades, ha incidido en que los nombres con que se designan tales entretenimientos sean transferidos de manera cabal, es decir, sin traducción, o con pocas adaptaciones, fonéticas (“elevador” de elevator) y gramaticales (chatear, de chat, por “hablar informalmente”), a nuestro idioma. Otros casos de transferencia de préstamos pueden ser: adaptándolos a las características propias de la lengua en cuestión (“bate” por baseball bat), o traduciéndolos, esto se llama calco semántico (“rascacielos” por skyscraper y hot-dog por “perro caliente”). La adaptación depende mucho del criterio de norma que opere en la lengua que acepta las voces nuevas, es decir, si prela una norma de “frecuencia”, en función del mayor número de hablantes, o un criterio purista, que considere los préstamos como extranjerismos y motivo suficiente para una desintegración de la lengua. La segunda razón, según Zaida Pérez, se trata de una lengua jerarquizada, el inglés, debido a las condiciones político-científicas de los Estados Unidos. Por lo tanto, la práctica de este idioma representa una herramienta científica, diplomática y comercial para desenvolvernos con éxito en la sociedad actual. Se podría hablar, por consiguiente, de algún tipo de imposición cultural por parte de las instituciones educacionales, de ciertas 38

profesiones y de un número de hablantes, considerados con cierto nivel social e intelectual, que han estado familiarizados con la lengua inglesa desde temprana edad. En Venezuela, en general, existe cierta tolerancia, y yo diría cierta aceptación, hacia el uso de los anglicismos, los cuales, sin muchos prejuicios, son usados por los profesionales en general, quienes faxean y accesan, y pronto emeliarán, o imeliarán, sin la menor sorpresa, en sus lugares de trabajo; por aquellos, que a la hora de divertirse, ven como algo natural decir: whisky, disco, fashion y club, y cuando les preguntas: ¿cómo están?, responden fino, de fine; y por las damas que dejan de comer la fast-food, o comida rápida, para seguir una dieta light y practicar spinning. La difusión de voces a través de internet, en mi opinión, no influirá de manera negativa en nuestro idioma. El lenguaje constituye un medio de manifestación de las necesidades de una comunidad, como en nuestro caso, en que existe una ausencia de términos para designar los avances tecnológicos. Por lo tanto, los anglicismos propagados a través del ciberespacio deben ser aceptados en nuestra lengua sin ningún temor. Si existe una actitud purista, que inhiba los procesos de preservación de una lengua y niegue los mecanismos que la salvaguardan, se estaría atentando contra un tendencia natural en el lenguaje de cambio permanente. Los académicos de pluma, y no los de látigo, como diría Á. Rosenblat, no temen a las innovaciones de la 39

Todo lo que el espacio virtual implica, como<br />

mandar correos electrónicos, buscar información, establecer<br />

comunicación en vivo con personas de otros países,<br />

entre otras actividades, ha incidido en que los nombres<br />

con que se designan tales entretenimientos sean<br />

transferidos de manera cabal, es decir, sin traducción, o<br />

con pocas adaptaciones, fonéticas (“elevador” de elevator)<br />

y gramaticales (chatear, de chat, por “hablar informalmente”),<br />

a nuestro idioma.<br />

Otros casos de transferencia de préstamos pueden<br />

ser: adaptándolos a las características propias de la<br />

lengua en cuestión (“bate” por baseball bat), o traduciéndolos,<br />

esto se llama calco semántico (“rascacielos” por<br />

skyscraper y hot-dog por “perro caliente”). La adaptación<br />

depende mucho del criterio de norma que opere en la<br />

lengua que acepta las voces nuevas, es decir, si prela una<br />

norma de “frecuencia”, en función del mayor número de<br />

hablantes, o un criterio purista, que considere los préstamos<br />

como extranjerismos y motivo suficiente para una<br />

desintegración de la lengua.<br />

La segunda razón, según Zaida Pérez, se trata<br />

de una lengua jerarquizada, el inglés, debido a las condiciones<br />

político-científicas de los Estados Unidos. Por<br />

lo tanto, la práctica de este idioma representa una herramienta<br />

científica, diplomática y comercial para desenvolvernos<br />

con éxito en la sociedad actual. Se podría hablar,<br />

por consiguiente, de algún tipo de imposición cultural<br />

por parte de las instituciones educacionales, de ciertas<br />

38

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!