RevistaEnjoy/2daEdición/Noviembre

ENTRETENIMIENTO
Sería como enlistar palabras clave,
o como una lluvia de ideas,
omitiendo todo nexo que pueda
arrebatarte de las manos las fracciones
de segundos que te quedan
para definirte entre la vida
o la muerte. Yo, honestamente,
aún no sé qué diría… supongo
que omitiría mi nombre, así ahorraría
dos o tres segundos, omitiría
también mi edad y ciudad
de origen, alcanzando a salvar
otros cuatro o cinco de estos segundo;
dudo que para decidir si
vivo o muero les sea indispensable
saber el nombre de la víctima.
Y ahora que tu identidad es un
número… ¿quién eres? Si existiera
un segundo filtro, una segunda
oportunidad para defender
tu vida, ¿quién dirías que
eres?, ¿la señora 213 o tal vez
sólo Don 502? Ahora eres sólo
eso, una cifra que intenta no
morir aplastada ante otra cantidad,
una mejor y tal vez más
valiosa, una más prometedora
y más capaz o veloz que tú.
Así continué formando esta trama,
pensando en quiénes sobrevivirían
y por qué. Siendo ahora parte
del jurado no de las víctimas,
dejando de lado el sufrimiento
que se siente de ese lado de la historia
para pasar a éste, al cómodo,
frío y analítico. “Alguien debe
hacer el trabajo”, dicen por ahí…
Tal vez necesitaríamos algún entretenimiento,
unos diez números
como máximo entre comediantes, actores y cirqueros,
ellos lo tienen asegurado. Sería importante incluir uno
o dos médicos, por si después la vida del otro comienza
a importarle al mundo. También unos cinco maestros,
pues no serían demasiados habitantes a quienes
enseñar. Otros cinco agricultores, si pretenden sobrevivir
de comida natural, u otros tres obreros que sepan
transformar plástico de buen olor a unas papas y fideos.
Por fortuna estar del otro lado no es mi trabajo. Queda en
cada quién decidir su minuto y con eso, su vida.
¿Qué dirías en sesenta
segundos que valga lo
suficiente para matar a
alguien y darte su lugar?
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