27.10.2015 Views

Miguel Otero Silva

TReME

TReME

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Pueblo que aún persigue por las rutas con sol<br />

lo que la arrolladora voluntad de la sombra buscaba.<br />

Hoy la sombra está muerta mas su pueblo está vivo.<br />

Pueblo vivo y en marcha con la mirada fija<br />

en la bandera libre que tremoló la sombra.<br />

Arar nunca es en vano.<br />

Ni en el mar...<br />

Niño campesino<br />

La choza enclenque y parda lo acunaba en su puerta<br />

con el orgullo ingenuo de las ramas torcidas<br />

que tremolan al viento la flor que les nació.<br />

Era un niño terroso que miraba al barranco.<br />

Era un niño harapiento<br />

con los ojos inmutables del indio<br />

y los rasgos ariscos del negro.<br />

Uno cualquiera de los cien mil niños<br />

que nacen en las chozas marchitas de mi tierra.<br />

66<br />

Agua y cauce<br />

Yo me detuve ante la puerta<br />

y el niño de la choza<br />

arrancó su mirada impasible del barranco<br />

para fijarla en mí.<br />

Yo le dije:<br />

—¿Estás solo?<br />

Y él habló con la voz cadenciosa del indio:<br />

—Las flores del barranco son amigas.<br />

(Era un niño poeta.<br />

Yo lo había presentido en los ojos profundos).<br />

<strong>Miguel</strong> <strong>Otero</strong> <strong>Silva</strong><br />

67<br />

—¿Pero no tienes miedo?<br />

Y el habló con la voz jactanciosa del negro:<br />

—Yo soy el macho, ¿sabe?<br />

Mi hermanita se jué con mama a cortá leña.<br />

(Era un niño valiente.<br />

Yo lo había presentido en los rasgos audaces)

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!