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Convocados - Consejo General de Enfermería de España

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durar varias horas o incluso días, con<br />

peligro de final fatal por edema cerebral,<br />

colapso respiratorio, etc.<br />

Diagnóstico y valoración<br />

Ante una persona con síntomas que<br />

hagan sospechar de epilepsia habrá que<br />

realizar una valoración para conocer<br />

todo tipo de datos que nos ayuden a<br />

diagnosticarla y posteriormente tratarla.<br />

Será fundamental para ello conocer:<br />

- Características de los ataques (fecha<br />

de comienzo, frecuencia, duración e<br />

intensidad, etc).<br />

- Circunstancias que rodean al individuo<br />

(edad, sexo, profesión, enfermedades<br />

anteriores, antecedentes familiares,<br />

accidentes)<br />

Tratamiento<br />

En los casos de crisis provocadas por<br />

agresiones al cerebro, es decir, la<br />

secundaria o adquirida, el tratamiento<br />

consistirá en eliminar la causa, con lo<br />

cual cesarán las crisis siempre y cuando<br />

no se hayan producido lesiones residuales<br />

irreversibles.<br />

En los casos de epilepsia idiopática o<br />

de origen desconocido, el objeto del<br />

tratamiento será evitar que se produzcan<br />

los ataques y conseguir que el individuo<br />

pueda llevar una vida normal.<br />

Esto se conseguirá mediante fármacos<br />

anticonvulsionantes y evitando factores<br />

que desencadenen crisis y que se<br />

comentaran mas adelante.<br />

El tratamiento con estos fármacos ha de<br />

ser específico, no sólo para cada tipo<br />

de crisis, sino también para cada persona<br />

en concreto. A menudo se ha<br />

constatado la mayor eficacia de la<br />

combinación de dos o más fármacos<br />

que la de uno solo.<br />

Ni que decir tiene que se optará siempre<br />

por el uso de aquellos que conlleven<br />

un menor número de efectos secundarios<br />

al paciente. Con estos fármacos<br />

hay que tener, si cabe, mayor escrupulosidad<br />

en el cumplimiento de dosis y<br />

horario de administración, ya que son<br />

factores fundamentales para la eficacia<br />

de los mismos.<br />

La disminución o supresión del tratamiento<br />

por parte del paciente sin indicación<br />

médica, supone generalmente la<br />

reaparición de las crisis o su aumento<br />

en frecuencia o intensidad.<br />

Personalidad del enfermo<br />

epiléptico<br />

Los rasgos comunes y característicos en<br />

enfermos epilépticos han sido muy estudiados,<br />

originando numerosas investigaciones<br />

psicológicas, de forma que<br />

podríamos nombrar los siguientes, que<br />

se suelen dar con frecuencia:<br />

- Son personas escrupulosas en lo que<br />

hacen.<br />

- Tendentes a la exactitud.<br />

- Presentan solemnidad y egocentrismo.<br />

- Tienen afán de preservación.<br />

- Con necesidad de protección y una<br />

compasión exagerada.<br />

Circunstancias que facilitan<br />

la aparición de crisis<br />

- Irregularidad en la toma de medicación.<br />

- Situaciones de estrés emocional.<br />

- Todo tipo de enfermedad física.<br />

- Escasa actividad.<br />

- Estreñimiento.<br />

- Fatiga.<br />

- Insomnio.<br />

- Periodos menstruales en la mujer.<br />

- Ambiente con altas temperaturas<br />

mantenidas en el tiempo.<br />

- Estímulos visuales luminosos, etc.<br />

Un enfermo epiléptico puede ser y<br />

generalmente es tan activo física y<br />

mentalmente como cualquier otra persona.<br />

El desarrollar una vida activa,<br />

durmiendo con regularidad, con una<br />

actividad física y mental abundante,<br />

colabora para que los ataques sean<br />

menos frecuentes.<br />

En cambio, deben evitarse todas aquellas<br />

actividades en las cuales una pérdida<br />

de conciencia repentina pueda<br />

causar daño o provocar riesgo tanto al<br />

propio enfermo como a los demás.<br />

Atención de enfermería<br />

1. Durante una crisis<br />

- Evitar traumatismos, protegiendo los<br />

miembros y colocando al individuo<br />

donde no haya objetos con los que<br />

se pueda golpear.<br />

- Permeabilidad de la vía aérea, evitando<br />

la mordedura de la lengua<br />

colocando entre los dientes algún<br />

objeto romo.<br />

- Limitar los ruidos y colocar al enfermo<br />

en lugares con poca luz.<br />

- Situar al enfermo en posición de<br />

seguridad (decúbito lateral) lo antes<br />

posible.<br />

- Administración de medicación en caso<br />

necesario (por ejemplo diazepan),<br />

siempre bajo prescripción médica.<br />

2. En la vida diaria<br />

- Apoyo psicológico al enfermo y<br />

familia, informando sobre las características<br />

de la enfermedad.<br />

- Hacer hincapié en la escrupulosidad<br />

de la toma de medicación pautada, ya<br />

que ello favorecerá que las crisis desaparezcan<br />

o disminuyan en número.<br />

- Informar al paciente sobre la necesidad<br />

y conveniencia de llevar una<br />

vida ordenada, sana, con prohibición<br />

absoluta de la ingesta de alcohol<br />

y de excitantes.<br />

En la mayoría de los casos, los enfermos<br />

epilépticos sin otras patologías<br />

asociadas consiguen llevar una vida<br />

normal, de forma que teniendo en<br />

cuenta las precauciones ya comentadas,<br />

las crisis se espacian en el tiempo<br />

de forma muy considerable. Hay que<br />

dejar claro que las crisis epilépticas no<br />

provocan daño cerebral por sí mismas<br />

ni conllevan incapacidad para la vida<br />

diaria. El conocimiento a fondo de su<br />

enfermedad será como habitualmente<br />

ocurre la mejor manera de tratarla<br />

para aquellos que la padecen.

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