palabras de bienvenida Sr. Angel Maulén, presidente ... - Sofofa

PALABRAS SEÑOR ANGEL MAULÉN RÍOS
Presidente de EuroChile
CONFERENCIA INTERNACIONAL
Desarrollo del Espacio de Investigación de Ciencia, Tecnología e Innovación y
Rol del Sector Productivo en la Cooperación con Chile
Sofofa, Viernes 1° de agosto de 2003
En representación de la Fundación Empresarial Comunidad Europea-Chile,
EUROCHILE, quisiera agradecer a los directivos de SOFOFA por habernos
invitado a formar parte de este seminario, que valoramos como un paso
importante en la construcción de un espacio de integración y transferencia
de tecnología entre los empresarios de Chile y sus pares de la Unión
Europea.
En el día de hoy y gracias a la ilustre participación del Señor Philippe Busquin
en esta conferencia, tendremos la oportunidad de recibir, de primera fuente, la
información de cómo pueden las empresas e instituciones de investigación
chilenas integrarse al enorme y prestigioso Espacio de Investigación Europeo.
Quisiera extender desde ya un especial saludo de parte de nuestra Institución
y su Consejo Superior Directivo al Comisario Señor Busquin, en quien nuestro
país reconoce a un gran aliado en el desarrollo de estas nuevas relaciones
científicas y tecnológicas, y cuya presencia en Chile nos alienta a seguir
adelante en nuestro empeño de ser, desde este lejano territorio austral,
actores capaces de contribuir al desarrollo de un espacio global del
conocimiento y los negocios.
Cuando el 12 de marzo del 1993, los presidentes Jacques Delors y Patricio
Alwyin inauguraban oficialmente nuestra Fundación tal vez nadie de los allí
presentes imaginaba la profundidad y extensión que alcanzarían las relaciones
políticas, económicas, científicas e institucionales entre Chile y la Unión
Europea.
Sin embargo hoy, al cabo de tan sólo diez años, hemos presenciado y
acompañado la puesta en vigor de una impresionante y exitosa serie de
acuerdos, que desembocaron primero en el Acuerdo de Cooperación Científica
y Tecnológica en Septiembre, y luego, en el Acuerdo de Asociación Política,
Económica y de Cooperación en Noviembre; ambos en el año 2002.
El Acuerdo de Cooperación Científica y Tecnológica, se aprobó en un
contexto de colaboración renovada y reforzada entre Chile y la Unión Europea,
no sólo porque se negoció paralelamente al Acuerdo de Asociación sino por
la convicción tanto por parte de Europa como de Chile, de la importancia de la
Ciencia y la Tecnología en el desarrollo industrial y social de nuestros países.
Ciertamente hoy en día no es posible disociar el desarrollo tecnológico de la
posibilidad de hacer negocios en un mundo global. De la misma manera, no
podemos aspirar a un real impacto de los acuerdos comerciales entre Chile y la

Unión Europea sin hacernos cargo de llevar a la práctica la necesaria nivelación
tecnológica.
Mediante este Acuerdo de Cooperación Científica y Tecnológica, y por primera
vez en nuestra trayectoria de trabajo con la Unión Europea, se abre la
posibilidad recíproca de acceder a programas y actividades de la otra
parte. Esto es, investigadores y empresarios de Chile podrán participar en
igualdad de condiciones que los europeos en los programas de apoyo al
desarrollo científico y tecnológico de la Unión Europea y, recíprocamente, los
investigadores y empresarios europeos podrán integrarse en los programas de
Investigación y Desarrollo Chilenos.
Esta posibilidad está convirtiéndose rápidamente en una realidad muy
concreta. En diciembre de 2002 la Unión Europea Convocó la primera licitación
de proyectos para su Sexto Programa Marco de Investigación y Desarrollo con
fecha de cierre en abril del 2003. En un período de 4 meses las empresas e
instituciones de investigación chilenas debieron esforzarse para identificar
temas y acordar sistemas de colaboración con contrapartes europeas. El
resultado fue que la participación chilena superó todas las expectativas.
Estamos al tanto de manera cierta, de 24 proyectos con participación chilena
y, entendemos de manera informal, que en el total serían sobre 40 los
proyectos con participación local que están actualmente postulando a los
recursos licitados.
Esta reacción verdaderamente nos entusiasma y nos gratifica puesto que
EuroChile ha estado difundiendo a través de todo el país las bondades de este
programa y ha buscado entusiasmar a las empresas con esta posibilidad.
Lo que siempre hemos querido destacar es la gran oportunidad que se
abre para Chile a partir de la eventual participación de sus empresas e
instituciones en el 6° Programa Marco. Las iniciativas que finalmente
resulten aprobadas, permitirán no sólo la participación directa de los
interesados, sino que indirectamente beneficiarán al país, a través de la
transferencia posterior de los resultados obtenidos. Uno de estos ejemplos es
el caso del proyecto sobre trazabilidad alimentaria en el cual están
incorporados el Instituto Tecnológico del Salmón (INTESAL), la Corporación
Nacional de Exportadores y la Federación de Desarrollo Frutícola (FDF).
Los beneficios para las empresas e instituciones europeas producto de esta
cooperación también son evidentes. Chile posee ventajas naturales, capacidad
científica de primer nivel y costos de investigación bastante bajos en relación a
los estándares internacionales en varios sectores. Sólo por mencionar algunos
de ellos debemos citar la acuícultura, fruticultura, minería e industria forestal.
Por lo tanto, las potencialidades y capacidades chilenas sumadas a la expertise
y liderazgo científico europeo podrían dar lugar a resultados espectaculares
para ambas partes.
Desde EuroChile, esperamos haber hecho un aporte en esta primera fase de la
concreción del Acuerdo. Pero sobre todo, aspiramos en lo sucesivo a dar un

más decisivo impulso a la participación de empresas chilenas en proyectos
europeos de investigación y desarrollo.
Estamos convencidos de que la empresa que no innova está destinada a
desaparecer del mercado y que, quienes quieran ser socios comerciales fiables
para Europa, deberán estar al día en los requerimientos tecnológicos que
provienen de estos países.
Por lo mismo, en el mismo mes de la firma del Acuerdo de Ciencia y Tecnología
y por encargo específico de nuestro Consejo Superior Directivo, pusimos en
marcha una unidad de apoyo especializada en esta materia. Esta Unidad
se orienta de manera específica a la difusión de la información hacia el
sector empresarial y a brindar apoyo a las empresas y asociaciones
gremiales para su incorporación activa en proyectos europeos de Ciencia y
Tecnología.
Esto se ha traducido en que, hasta ahora, hemos llegado a un número
aproximado de 1000 empresarios o entidades relacionadas a ellos, a través de
charlas y seminarios de difusión, realizados en Santiago y regiones del país.
Al mismo tiempo se han establecido relaciones de trabajo permanentes con
más de treinta entidades empresariales, con el objeto de ayudar a sus
asociados a explorar las posibilidades de este acuerdo y guiarlos en su
búsqueda de socios europeos. Esta relación con el mundo empresarial
organizado se verá reforzada con el acuerdo que hoy firmamos con la SOFOFA
sobre este mismo tema.
Todo lo anterior esperamos coronarlo con la instalación en Chile de un Centro
de Enlace para la Innovación ligada a una red europea especializada en la
promoción transnacional de tecnologías y conocimientos. Para ello hemos
presentado un proyecto a la Unión Europea, que esperamos sea aprobado.
Para terminar, sólo quiero ratificar nuestro compromiso de seguir adelante en
esta tarea de informar a las empresas de las oportunidades disponibles;
apoyarlas en al búsqueda de socios en Europa; y a facilitar su proceso de
toma de decisiones y formas de participación, mediante servicios
especializados y personalizados a sus requerimientos.
Esperamos así seguir contribuyendo de manera simple pero efectiva a la
concreción de nuestra misión institucional de crear, promover y consolidar
vínculos económicos, comerciales y tecnológicos entre empresarios e
instituciones de la Unión Europea y Chile.
¡Muchas Gracias!