Matriz de Insumo Producto de la Economía Chilena 1996

por el INE mediante la ENE, surge una “brecha de
empleo”, que se explicaría principalmente por la
ocupación generada en las pequeñas empresas que
operan en la economía chilena. Otras fuentes de
información, como la tributaria o la de previsión social,
permiten determinar la cantidad de empresas adscritas
al pago de algún impuesto o a la cotización legal, siendo
difícil la determinación del número de puestos de trabajo
y su distribución en ramas de actividad.
Uno de los objetivos de la Encuesta a la Pequeña
Empresa (EPE), era aportar una cuantificación del
empleo para el segmento de las empresas de menos de
diez ocupados, y lograr una clasificación según
actividad económica. De este modo, se estructuraba
un modelo de consistencia del empleo comparando la
oferta con la demanda de trabajo; es decir, se
compararían los resultados de la ENE con los datos de
ocupación informados por las empresas, grandes y
medianas, en el sistema de encuestas permanentes que
mantienen el INE, el Banco Central de Chile (BCCH)
y otras instituciones públicas y privadas. La brecha
resultante fue explicada por el estrato cubierto por la
EPE, lo cual aseguró una cobertura global adecuada, y
una medición del producto conciliada con los registros
del empleo.
b) Ajustes a la Producción
En la medida que se logró compatibilizar el empleo a
nivel global, se inició el análisis de consistencia a nivel
de ramas de actividad, para las variables ocupación,
producción bruta y valor agregado. Para ello, se
estructuró una muestra aleatoria que permitió identificar
a empleadores, trabajadores por cuenta propia y el giro
de la actividad productiva realizada. Los contenidos
de la encuesta posibilitaron la elaboración de una cuenta
de producción, para dimensionar el valor agregado en
relación con la combinación de factores de producción
utilizados. Al cotejar esta información con estadísticas
tributarias de contribuyentes con niveles de venta
similares a los detectados en la muestra de la EPE, se
pudo determinar el valor agregado que estaría asociado
y la producción realizada por agentes económicos
pertenecientes al sector informal, no incluidos en los
registros administrativos.
Esta medición de la producción bruta, por rama de
actividad, permitió obtener flujos de bienes y servicios
más consistentes con las demandas de las actividades
productivas, como en el caso de servicios a empresas,
y con los gastos efectuados por los hogares. Otro
aspecto importante estaba relacionado con la
determinación del valor agregado bruto de las pequeñas
empresas, que permitió apreciar no sólo el empleo
directo y el nivel de remuneraciones medias, sino que
también el excedente empresarial generado.
La incorporación de fuentes de ingresos medidas
independientemente, se reflejan en la cuenta de ingresos
y gastos de los hogares, fortaleciendo las mediciones
del ahorro de los hogares, según se verá en 4.4. El
número de ocupados y sus ingresos medios, junto al
número de pequeños empresarios y su excedente
promedio, representaron fuentes de ingreso no
disponibles para las mediciones de cuentas
institucionales anteriores, lo cual subestimaba el ahorro
empresarial y personal.
c) Incidencia en el Empleo y en el Ingreso Nacional
De los resultados de la ENE correspondientes al
promedio anual 1996, se tenía que el empleo directo
generado por la pequeña empresa era de alrededor de
725.000 trabajadores y de casi 120.000 empresarios,
cifras que en conjunto representan sobre un 15% y 16%
de la fuerza de trabajo y la ocupación, respectivamente.
Al incorporar a los trabajadores por cuenta propia, se
agregó más de un millón de personas desarrollando
actividades productivas, lo cual representa sobre el 21%
de la fuerza de trabajo, que en conjunto con la pequeña
empresa explicaban casi un 40% de los puestos de
trabajo detectados por la ENE.
El valor agregado bruto asociado a estos niveles de
ocupación representa alrededor de 14% del PIB de
1996, que significa un valor agregado anual per cápita
de $ 2,09 millones. Al relacionarlo con el PIB per cápita
promedio nacional, representa un 36%.
En ese contexto, la EPE permitió cuantificar la
importancia del estrato como fuente de ingresos de los
hogares, dado que al relacionar la información de la
EPE con la proveniente de otras encuestas orientadas a
medir ingresos de los hogares y determinar la
distribución relativa del ingreso, como la CASEN, se
pudieron ajustar con mayor precisión los flujos
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