Manual de las Buenas Prácticas

INTRODUCCIÓN
Igualdad de género y el rol de las Artes y la Cultura
Por Claes Borgström, Ex Defensor para la Igualdad de Oportunidades en Suecia
Como defensor sueco para la Igualdad de Oportunidades entre 2002 y 2007, he observado con frecuencia
la importancia fundamental que adquiere el sector de la cultura en la formación y promoción de la igualdad
de género, al ser una esfera que ejerce una fuerte influencia en nuestra sociedad.
Con frecuencia he sentido que la igualdad de género es quizá el asunto político más importante, ya que
impacta en el resto de las áreas de la política. La relación entre hombres y mujeres tiene consecuencias
en cada uno de los terrenos de la vida cotidiana, a su vez, moldea la forma en la cual que se deciden las
acciones políticas. El campo de la cultura es un socio vital en este trabajo. Por ejemplo, la oficina contra la
discriminación en Suecia ha centrado parte de su labor en el análisis de los estereotipos en la educación.
Sin duda, para que dichos esfuerzos sean efectivos deben estar respaldados por la producción cultural.
Su contenido debe fortalecer los mismos mensajes, sin que por ello impacten de manera negativa en la
libertad artística. Las escenas culturales influencian a las personas. El arte ofrece posibilidades de cambio.
Describe y analiza la experiencia y con frecuencia ofrece una perspectiva crítica que mira hacia el futuro.
Pero el arte también puede conservar y preservar. No hay duda que los roles de género estereotipados
han sido preservados y reproducidos tanto en términos cuantitativos como cualitativos, y los mensajes de
género sesgados continúan siendo transmitidos en las producciones culturales y la publicidad.
Por otra parte, el sector cultural tiene por delante un largo trayecto que recorrer en lo que respecta a la
igualdad de oportunidades. Esta idea me surgió con mucha fuerza cuando, estando en mi propio país, me
invitaron a dar un discurso en la Asociación de Directores de Orquesta de Suecia, que en ese momento estaba
conformada por sesenta personas, pero sólo tres de ellas eran mujeres. Dicha profesión es sólo un ejemplo
de la realidad que persiste en casi todas las esferas de la cultura. Las posibilidades de cambio están ahí, sin
duda; sin embargo, hay mucha inercia y oposición, también en lo que respecta la producción publicitaria.
Entonces, ¿cómo se puede empezar a encarar este problema que tiene sus bemoles ? No hay duda que
la elección de las palabras y el lenguaje es importante. Por ejemplo, no tiene ningún sentido hablar de una
“creciente” igualdad : porque hay igualdad o no. ¿ Qué es la igualdad ? Definirla es una base importante para
toda futura labor. En el año 2006, el Parlamento Sueco aprobó un importante objetivo de igualdad, cuya
formulación dice : “los hombres y las mujeres tendrán el mismo poder para moldear la sociedad y sus
propias vidas”. Se trata de un enfoque y objetivo útiles, expresados de modo tal que captura la importante
noción de poder. Uno también podría describirlo así : todas las personas tienen que tener las mismas
posibilidades para desarrollar sus capacidades.
El desafío es, entonces, aplicar este objetivo en todos los terrenos, incluido el cultural. Hacer un estudio,
medición y análisis de la situación existente es un punto de partida de vital importancia. Tomemos, por
ejemplo, la representación de género en los medios. El establecimiento de un análisis cuantitativo es de
gran utilidad, ya que un muestreo simple puede ofrecer una imagen muy reveladora de la situación. Por
lo tanto, uno puede examinar elementos, por ejemplo, las fotos empleadas, los expertos consultados y
entrevistados y analizar los resultados producidos. La complementación de los mismos con un análisis
cualitativo puede ser de gran utilidad : por ejemplo, me llamó mucho la atención las formas tan diferentes
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