A PALOS A PALOS A PALOS
No será una misa ricotera en - Ni a Palos
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2 NI A <strong>PALOS</strong> Domingo 17 de mayol de 2009<br />
opinión<br />
¡Laaaargaron!<br />
por santiago diehl<br />
___________________________________________<br />
sdiehl@niapalos.com<br />
Con la presentación de las listas de<br />
candidatos ante la justicia electoral,<br />
sonó la campana de largada de<br />
la campaña para las elecciones de<br />
medio término. Tanto el gobierno como la oposición<br />
saben que lo que está en juego es un plebiscito<br />
de la gestión de Cristina Fernández y el proyecto<br />
político que encabeza Néstor Kirchner. Los dueños<br />
de los medios de comunicación también, y no muy<br />
solapadamente editorializan la información y reparten<br />
segundos y centímetros de atención -de nuestra<br />
atención- según sus intereses.<br />
La carrera de caballos y otras metáfora deportivas<br />
serán una constante de los medios para analizar<br />
la “competición”. Es una narrativa sencillita: se trata<br />
de sacarle ventaja al otro para ganar, aunque más no<br />
sea, como en el tango, por una cabeza. Pero el narrador<br />
de este turf frenético es poco confiable. Por<br />
varios motivos. Veamos.<br />
Por un lado, las consultoras de opinión son jugadoras<br />
del equipo de cada candidato, y las posiciones<br />
que nos irán relatando, a través de los medios del<br />
palo propio, las elaboran desde la grupa de alguno<br />
de los corceles.<br />
Como reconoce con brutal franqueza peronista<br />
el encuestador Artemio López: “en líneas generales,<br />
las encuestas que se publican son parte de las respectivas<br />
campañas. Las verdaderas, por llamarlas<br />
de algún modo, nadie las conocerá a través de los<br />
medios, salvo, en el mejor de los casos, en la semana<br />
previa a las elecciones. Es una ley no escrita”. Y sin<br />
embargo, aunque tácita, explica muy bien la razón<br />
por la cual las consultoras construyen los datos y<br />
los medios las difunden: se trata de incidir sobre la<br />
decisión de los electores, bajo la premisa de que a nadie<br />
le gusta jugar en el equipo perdedor. Sabotear la<br />
moral del adversario es una táctica de combate tan<br />
antigua como la guerra misma.<br />
El poder de influencia de esta “opinión publicada”<br />
se facilita si no hay cabal noción de lo que está<br />
en juego. La hiperpersonalización de la política actúa<br />
en ese nivel, transformando la confrontación de<br />
ideas y proyectos en algo semejante a una guerra de<br />
La patria revelada<br />
vedettes. Si no hay historia -¡si apenas hay presente!-,<br />
y lo único que importa son los cruces y los golpes<br />
bajos, es más factible que lleguemos al cuarto oscuro<br />
sin memoria y carentes de pensamiento crítico para<br />
decidir el voto. En el mundo de la política como<br />
espectáculo sólo hay rumores, picardías, dimes y<br />
diretes. Bajándole el precio a la disputa ideológica,<br />
reduciéndola a una mera disputa de “los políticos”<br />
por el poder mismo, no hay tanta diferencia entre<br />
elegir un candidato u otro.<br />
El menú mediático nos ofrece en cambio un alimento<br />
para la mente cuidadosamente balanceado y<br />
premasticado. No incluye como ingrediente el análisis<br />
del genocidio ejecutado al servicio de un proyecto<br />
económico concentrador y expulsivo. Tampoco<br />
la reflexión sobre la descomunal crisis social de 2001<br />
que ocurrió cuando ese modelo mostró su rostro<br />
final. Hay, eso sí, una alta dosis de republicanismo<br />
indignado y, sobre todo, mucha preocupación y<br />
miedo por los crímenes urbanos.<br />
El discurso inflamado de la calidad institucional<br />
que ahora señala con el dedo a las candidaturas de<br />
funcionarios esconde un doble estándar que no<br />
http://www.flickr.com/photos/vegaseddie/<br />
gianni buono<br />
mide con la misma vara a la oposición y al oficialismo.<br />
El análisis de la renuncia de Gabriela Michetti a<br />
la vicejefatura de gabinete para participar de la campaña,<br />
tras dos años de gestión en los que faltó al 97<br />
por ciento de las sesiones en la Legislatura, no tuvo<br />
el mismo rigor que la candidatura del gobernador<br />
Daniel Scioli. Tampoco la presentación del diputado<br />
opositor Felipe Solá como candidato a pesar de tener<br />
aun dos años de mandato por delante, que bien<br />
podría contraponerse con la negativa del oficialista<br />
senador Daniel Filmus a replicar esa conducta.<br />
Lo mismo podría extenderse al análisis que se<br />
hace del innegable aporte que algunos personajes<br />
de la política han hecho a la degradación de la actividad<br />
y generalización del cinismo. Y si bien la traición<br />
de Carlos Menem a los valores del peronismo<br />
figura primera en el ranking, por robo, poco se dice<br />
del cambio de “posicionamiento” que llevó a Elisa<br />
Carrió de una punta a la otra del arco ideológico en<br />
menos de cinco años.<br />
Por último, ya que el principal tema “que le preocupa<br />
a la gente” es la inseguridad, algo podría decirse<br />
de la casualidad de que un candidato que tiene<br />
como eje central de su millonaria campaña electoral<br />
este tema sea dueño de un multimedios. Como bien<br />
destacó el Supremo Ministro de la Corte, Eugenio<br />
Zaffaroni, “nos bombardean con noticias rojas y<br />
crean una realidad en que el enemigo principal es<br />
la inseguridad urbana”, aún cuando según las estadísticas<br />
es más probable morir víctima del tránsito<br />
automotor que de las armas del delito.<br />
Para no intoxicarnos con semejante dieta, es<br />
importante reconocer la lógica con la cual los<br />
medios participan de la disputa por el poder. En<br />
la competición política, los oficialismos hegemonizan<br />
hasta que, por mérito propio o por errores<br />
no forzados de gestión del gobierno, la oposición<br />
logra abrirse camino a través de los medios en la<br />
consciencia pública. Ocurre en todas las democracias<br />
del mundo. En estos pagos de barbarie -en<br />
Argentina, en Latinoamérica-, en la era de las izquierdas<br />
nacionales en despacho, los salvajes son<br />
los medios de comunicación.<br />
Por eso, ni carrera de caballos, ni información<br />
chatarra. Al cabo, si algo comparten las vedettes con<br />
las propuestas políticas es que lo único que importa<br />
es cuán buenas están.<br />
mas Morochas<br />
en las listas<br />
________________<br />
Luis D’Elia expresó la necesidad<br />
de que haya “menos<br />
Andreas del Boca” y “más<br />
morochos en las listas”. Y<br />
tal vez haya sonreído al enterarse de<br />
que la Tigresa Acuña es candidata<br />
a concejal por Tres de Febrero, nominación<br />
que se puede tomar como<br />
una fusión entre la popularidad<br />
buscada en la figura de la actriz<br />
de telenovelas y la “morochez” que<br />
reclamaba el dirigente de la FTV.<br />
Mucho se debatió sobre la inusual<br />
candidatura de la boxeadora, quien<br />
por Canal 26 había comentado el<br />
año pasado: “A veces los medios<br />
no se hacen eco, pero la verdad es<br />
que siempre estamos, hacemos trabajitos<br />
de hormiga, chiquitos, pero<br />
reales, que hacen mucho efecto. Vamos<br />
con el intendente Curto a todas<br />
partes”.