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I,nº8Fechadepublicación:17deFebrero2012

artículos - ANPE BADAJOZ

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Coeducar para prevenir la Violencia de Género – Sonia Corrales Cáceres – ISSN: 1989-9041, Autodidacta ©diferencian rasgos externos como el cabello, la vestimenta y rasgos de personalidadpero además nuestra cultura ha conformado un modelo de masculinidad y feminidaddiferenciados: autonomía frente a dependencia,agresividad frente a sensibilidad,diferenciación en los juegos y juguetes y la utilización de un lenguaje sexista. Endefinitiva una visión androcéntrica del mundo social.Entre los dos y seis años, aproximadamente, la construcción de la identidadsexual supone diferenciar, clasificar a las personas de acuerdo al género en base a unprimer juicio cognitivo elemental: soy niña, soy niño.La socialización de géneroTal como venimos afirmando, el proceso comienza en la primera infancia y seva consolidando a lo largo de los años. Este aprendizaje diferenciado se adquieremediante los llamados agentes de socialización, que contribuyen a diseñar y mantenerlos modelos de comportamiento.Los agentes más importantes son:La familiaLa escuelaLos medios de comunicaciónEl lenguajeLas instituciones religiosasLos grupos de igualesEl ideal de la sociedad patriarcal construido para la mujer, es que ésta dediquesus energías vitales a satisfacer las necesidades y los deseos de otros, porque está ensu naturaleza. Como dice Marcela Lagarde (1996): “El orden patriarcal es un orden depropiedad social y privada de las mujeres a través de la apropiación, posesión,usufructo y desecho de sus cuerpos vividos, su subjetividad y sus recursos, bienes yobras. Las normas regulan el control de su sexualidad, sus capacidades reproductivas,su erotismo, su maternidad, su capacidad amatoria, su trabajo, incluso su salud.” 6Así pues, tanto niñas como niños no poseen características comportamentalesinnatas que los diferencian, sino que la propia cultura inculca unos valores, ideas ypautas de comportamiento que suponen la exclusión de otras alternativas posibles.En este aspecto, las expectativas profesionales diferenciadas en función delgénero son un claro exponente de lo que decimos. Sirva como ejemplo unaconversación real y muy común en una clase de 2º de Educación Primaria (7- 8 años),hace tan sólo un año:¿Qué te gustaría ser de mayor? – Algunas respuestas reales de niñasson: Me gustaría ser cuidadora de abuelos y también me gusta hacer todas lascosas de casa como mi madre y mi tía.Las de los niños son: Quiero ser policía porque tengo mucha fuerza y espeligroso y yo soy muy valiente. A esto habla también una niña afirmando que6 Lagarde., M. (1996). Género y feminismo (Pág. 61). Madrid: Horas y horas.32

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