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37tres etapas que la integran, como segundo nivel del sistema educativo: la primeracomprende los tres primeros grados; la segunda, los grados subsiguientes hasta elsexto; y la tercera, del séptimo al noveno. “En todos los grados y actividades de laeducación básica, los órganos de la comunidad educativa atenderán la formación dehábitos y formas de comportamiento del alumno, para propiciar el ajuste a la familia ymedio social...” (Ley Orgánica de Educación, 1980, p. 48).En ese mismo artículo, se establece la vinculación que debe haber entre laformación del educando y su contexto social. Igualmente, esto implica que el educadorrequiere, necesariamente, una preparación basada en su actuación futura, con miras apromover ese ajuste individual al logro del bienestar social.Considerándose tal vinculación, a las universidades destinadas a formar aldocente de educación básica, se les plantean ciertos desafíos, en especial cuando aVenezuela se le exige, como país, la reconstrucción de la sociedad alrededor denuevos ejes culturales, a partir de actitudes y prácticas de responsabilidad solidaria,como fundamento de la formación gerencial de una conciencia que demandatransformaciones, ya que, como lo denuncia el Ministerio de Educación, en (1999, p. 8):“El resquebrajamiento de los valores éticos y de la credibilidad de las instituciones y susliderazgos se manifiesta en casi todos los ámbitos sociales, lo que ha llevado alindividualismo, fragmentación de intereses y prácticas de corrupción”.Sin discusión, esa afirmación evidencia la necesidad de que se reconstruya enVenezuela una cultura para enfrentar el proceso de desintegración social, iniciado conla marginación de la moral y la ética (Peláez, 2002, p.17). Esto conlleva, a la par, laurgencia de que las instituciones universitarias realicen portes tendentes a laconstrucción de una sociedad integrada, emprendedora, democrática, solidariay participativa, en lo que respecta a la formación de quienes deben dirigir laescuela básica.Con ese compromiso, las universidades responsables de formar a los docentes deeducación básica han de iniciar un conjunto de reformas curriculares que aseguren lapreparación de un educador consustanciado con las aspiraciones de los diversossectores de la vida nacional, académica y administrativamente hablando.