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Recorrido por Uribe Kosta

Recorrido por Uribe Kosta - Bizkaia 21

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<strong>Recorrido</strong> <strong>por</strong> <strong>Uribe</strong> <strong>Kosta</strong>El tramo de costa comprendido entre el Abra y la bahíade Armintza (lo que denominamos <strong>Uribe</strong>-<strong>Kosta</strong>) esconsiderado <strong>por</strong> los científicos como un tesoro geológico.Y también, podemos añadir sin temor a equivocarnos, loes desde el punto de vista de la ecología. Aunque suprimer segmento -correspondiente al municipio de Getxoesun área densamente poblada, el resto no lo es tanto y lacosta propiamente dicha -incluso en Getxo- se encuentramás bien "deshabitada", con excepción de algunosdisparates urbanístico-paisajístico (Sopelmar, <strong>por</strong> ejemplo).Esta circunstancia hace que la naturaleza se encuentresi no en un estado completamente virginal, sí con un gradode conservación bastante aceptable y si las figuras deprotección - tanto internacionales como estatales yautonómicas- funcionan, podemos esperar (aunque no sintemor) que se mantengan como están largo tiempo eincluso se recuperen en determinados puntos y podamosdisfrutarla nosotros y las generaciones venideras.Los ambientes que vamos a recorrer pertenecen adistintos ecosistemas, como marismas, playas y dunas,acantilados y rasas intermareales. Así y todo, huyendo deuna manía analítica, preferimos presentar unos cuantositinerarios que uniendo ámbitos variados, conjugan eldisfrute de la naturaleza y del aire puro con el descubrimientoy admiración de valores paisajísticos, botánicos,geológicos, etc.44Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos


Primer recorridoDesde el Puerto Viejo de Algorta hastala playa de Barinatxe (La Salvaje)351Fotos 1-2. Final de la carretera que recorre laplaya de Ereaga y pasa junto al Puerto Viejo.Unos 100 metros después del mismo nosencontramos al pie de un acantilado vertical,constituido <strong>por</strong> una roca arenisca de coloramarillo y marcada -como picada deviruelas- con unas cavidades erosivasprovocadas <strong>por</strong> el viento y la espuma delmar. Estas oquedades o taffoni se repiten enrocas del mismo tipo que se prolongan hastala playa de Arrigunaga y reaparecen mástarde en Azkorri.Fotos 3-4-5. El puerto Viejo, recuerdo deañoradas singladuras. Sobre él, el barrio depescadores, pulcro y relamido, con saborantiguo y primorosamente conservado. En losatardeceres de buen tiempo disfrutas de unambiente muy animado en sus terrazas.24Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos45


Foto 1. Por una callejuela lateral salimos delbarrio y nos encontramos con estos jardines(de Jenariatxu) que también discurren al piede estratos verticales de arenisca. El caminoasciende suavemente entre acacias ytamarises hasta coronar el acantilado.Foto 2. Nueva aparición -¿como no?- detaffoni como el de esta fotografía, auténticafiligrana que demuestra cómo el viento pulela piedra con mimo.Foto 3. A veces, la labor erosiva de loselementos se torna caprichosa.Foto 4. Aunque, otras, se encuentra concostras ferruginosas más duras y resistentes.Foto 5. Y aparecen grietas en que se refugiaun pequeño suelo que permite vivir a estas"siemprevivas".Fotos 6-7. Hacia el final de la cuesta elcamino se estrecha pero queda un sendero<strong>por</strong> el que llegamos a éste coqueto jardín conbarandillas sobre el Océano, que nos permitedisfrutar de esta panorámica.Foto 8. Vista de la playa de Arrigunagadespués de los últimos trabajos de acondicionamiento.Hemos salido del jardín (fotos 6-7)<strong>por</strong> una callejuela que aparece a la derechade la barandilla. Bordeamos las casas queaparecen sobre ésta playa y tomando lacuesta que baja hacia la misma, pasamosjunto a las ruinas de un viejo castillete einmediatamente ascendemos hacia Aixerrota.5613724846Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos


Foto 1. Molino de viento (Aixerrota), que unapertinaz sequía. Obligó a construir en el sigloXVIII. Hoy este lugar nos abre a los ojos unauténtico panorama sobre el acantilado queconduce a La Galea y sobre el Abra.Foto 2. Por un momento desviamos la miradahacia la izquierda para no olvidarnos de lamargen industrial y <strong>por</strong>tuaria.Foto 3. Un paseo peatonal con bidegorriadyacente, recientemente inaugurado, nosencamina hacia La Galea. Toda éstaplataforma presenta dos tipos de vegetación:hacia el interior, más protegida de los vientosmarinos domina una vegetación arbustiva detamarises -tarajes-, luego sustituida <strong>por</strong> unpinar.4Fotos 4-5. Hacia el borde del acantilado, encambio, se extiende un matorral pigmeo, abase de brezos, argomas, lastón y algunaraquítica encina. Entre estos matojos sedibujan varios senderos que muchospaseantes prefieren al "Paseo", <strong>por</strong>que lespermiten discurrir al borde del acantiladohasta llegar a las inmediaciones del fortín deLa Galea.Fotos 6-7. Fuerte de La Galea. Una página dela historia: la defensa del puerto contra lospiratas británicos -¿Quiénes si nó?-Con unos pequeños trabajos de limpieza yacondicionamiento podría convertirse en unrincón apacible. Tal como está carece detodo romanticismo.152Llegamos a la explanada de PuntaGalea. Abramos nuestros ojos a la contemplaciónde los horizontes marinosinfinitos y nuestros pulmones a la cariciade la brisa. Después, acerquémonos a laacantilado, junto a una pequeña cruz(que, al borde del abismo, recuerda aalgún accidentado), situada a la derechade la sirena o faro de niebla. Aquípodemos observar cómo el Sinclinoriode Bizkaia desemboca en el mar, puesnotaremos cómo los estratos de nuestraizquierda buzan hacia el este y los de laderecha hacia poniente.637Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos47


Foto 1. La playa cementada.Podemos observar desde arriba (como en lafoto), o bien descender hasta ella, <strong>por</strong> unasescaleras estrechas y un tanto irregulares,pero cómodamente practicables en tiemposeco. Si hay humedad, habrá que tomarprecauciones.El origen de esta estructura es reciente (sigloXX), cuando las escorias de los Hornos Altosse lanzaban al mar. Arrastradas <strong>por</strong> el oleaje,estas escorias se acumulaban en las playasvecinas: esta de La Galea, la de Azkorri, y lade Arrigunaga de donde se eliminaronrecientemente. Las escorias se cementaron<strong>por</strong> acción de la intemperie y formaron unaroca consistente en discordancia estratigráficasobre la rasa de abrasión. La presencia departículas férricas en la arena puede ponersede manifiesto con un imán.Como se aprecia en la foto, existe la curiosacostumbre de escribir nombres con losfragmentos de roca que se desprenden delacantilado, piedras blancas que destacansobre el fondo oscuro de la costra.1Fotos 2-3-4. Seguimos sobre la playa de LaGalea. He aquí un curioso fenómenogeológico que los científicos denominan"pliegues sinsedimentarios". Vemos unosestratos replegados, cubiertos <strong>por</strong> otros másrecientes, que han quedado lisos.Fotos 5-6. Otra formación interesante es lade las turbiditas, rocas que se depositaron enel fondo de la cuenca <strong>por</strong> efecto decorrientes de barro en el lecho de loscañones marinos.3245 648Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos


En derredor de la zona deaparcamiento, y a los lados del paseopeatonal que parte de la misma haciaAzkorri y Sopela se extienden unosprados más o menos desarrollados,según el sustrato, que en primavera secubren de flores de notable belleza.Foto 1. La prímula o flor de San José.Foto 2. Jarilla o flor del Sol.Foto 3. "Orobanche, sp.". Planta parásita quevive sobre las raíces de otras plantas, ya quecarece de clorofila.Foto 4. Pulmonaria manchada, plantamedicinal.Foto 5. Detalle de una ramita florida de"Tamarix Gallica", en primavera. Es arbustoabundante y bien desarrollado en todo elrecorrido.Foto 6. Orquídea, que con frecuencia,aparece en el acantilado, desde Galea hastaBarrica.Foto 7. Por el citado paseo o <strong>por</strong> cualquierade los senderos que discurren próximos alacantilado, caminamos hacia Sopela y, devez en cuando, desviamos nuestra miradahacia el abismo, para contemplar la rasa deabrasión (sobre todo en bajamar) o losdistintos salientes rocosos que se adentranentre las olas.Nos vamos acercando a la playa deAzkorri, como nos lo indica ese farallónamarillo de arenisca con taffoni, quejustifica su nombre.Podemos descender a la playa <strong>por</strong> unplano inclinado muy cómodo.Observaremos al pie del acantilado laformación de una duna provista de unavegetación adaptada a ese ambiente tanriguroso. También veremos retazos deroca cementada similar a la de La Galea.12435 6 7Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos49


Fotos 1-2. Pasada la Punta de Azkorri, nosencontramos con este monumento burlesco ala guerra y a las armas.Hasta hace poco, sepodían ver dentro de este y de otros bunkers,desaparecidos ya, restos de los cañones que,tras la Guerra Civil, menudearon en toda lacosta.En verano, <strong>por</strong> estos lugares, sonfrecuentes los practicantes de ala delta yparapente.Foto 3. Llegamos a la playa de Barinatxe oSalvaje. También aquí el descenso es cómodoy también hay dunas con su típicavegetación.Foto 4. Antes de retirarnos en busca denuestro trans<strong>por</strong>te, (bus, metro…) lanzamosuna panorámica hacia delante: en primertérmino, el flysch que cierra la Salvaje, luegola playa de Sopela o Atxabiribil, al fondo losacantilados que bordean la cala deMeñakotz.1Segundo <strong>Recorrido</strong>:Desde la playa de Sopela (Atxabiribil)hasta la ría de Plentzia.2 3 450Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos


Partimos de la Playa de Sopela desdeel punto en que, desafortunadamente,unas construcciones hoteleras ocultancasi <strong>por</strong> completo las calizas y margas decolor rosa, características de la transicióndel cretácico al terciario, alguno decuyos estratos fue testigo de la extinciónde los dinosaurios, hace 65 millones deaños.Avanzando <strong>por</strong> la playa,observaremos una serie estratigráfica másantigua (cretácico superior) con diversoselementos, entre los que destacan:2Fotos 1-2. Fósiles de lamelibranquios, que seencuentran en el segundo entrante delacantilado, entre una serie de fragmentosdesprendidos del mismo.Foto 3. Falla normal que se observa de arribaabajo en el cantil, y que aquí reproducimosen un detalle recogido en la base del mismo.Foto 4. Lámina de calcita, que ha cristalizadoen la grieta que queda entre dos estratos. Estalámina se compone de tres sub-unidades ycada una marca una dirección de cristalizacióndistinta.Foto 5. Diapiro estrangulado. Los materialesoscuros representan las rocas plásticas, queal ser impelidas hacia arriba, deforman elplegamiento de los estratos inmediatos.Foto 6. Sinclinal oblicuo, cuya prolongacióntermina en el mogote siguiente:Foto 7. Sólo observable en marea baja. Es elcierre periclinal del pliegue.Foto 8. Otro pequeño diapiro en el que sehan conservado los materiales plásticos deltipo arcillas y yesos, así como unas ofitas.435 617 8Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos51


Foto 1. Hemos abandonado la playa y, trasbordear la urbanización Sopelmar,recorremos el sendero que bordea <strong>por</strong>encima la cala de Meñakotz, a la que descenderemosy, aunque el desplazamientoresulta costoso, entre multitud de bloquessueltos, nos dirigiremos a la parte izquierdapara contemplar las pillow-lavas. Detrás, enla foto, las playas de Atxabiribil, Salvaje yAzkorri, delante de la Punta Galea. Más alfondo, Zierbena.Foto 2. Las lavas almohadilladas, productode una erupción submarina, que, al provocarel enfriamiento súbito del magma, originaesas formas esferoides. También pertenece aesta formación esa especie de cresta queaparece en la foto anterior.Foto 3. Nos vamos de la cala y ascendemosla suave pendiente que nos va a llevar alborde del acantilado. Desde él, observamos,a nuestros pies, la rasa de abrasión quequedará descubierta con la bajamar. En ellase observa la presencia del flysch, con suerosión diferencial característica.Foto 4. Al llegar a la cota mas alta de estesector (unos 130 mts de altitud), antes deseguir hacia Barrika, nos internamos unosmetros en un camino que, transversalmente,se dirige al interior. Encontraremos esta vetade pedernal, incrustada entre las calizas. Enlas inmediaciones se encontraron flechas desilex y otros productos de industriaprehistórica.La vegetación de estos acantiladosestá fuertemente influida <strong>por</strong> las adversascondiciones que los vientos fuertes ysalinos imponen en estos ámbitos:Foto 5. Encina solidamente desarrollada,pero achaparrada <strong>por</strong> efecto del viento.Foto 6. Detalle de una mata de lentisco,también achaparrada. Estos arbustos quedandesperdigados entre el matorral, másreducido de tamaño.Foto 7. Aspecto general de esta vegetación,donde, además de las anteriores, abundanbrezos, laston, argomas, etc.…Foto 8. Detalle de la anterior, en que, junto ala argoma, nos aparece la rastrera zarzaparrilla.312456 7 852Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos


Foto 1. En medio de este matorral espeso,aparecen de vez en cuando algunas floresque destacan <strong>por</strong> su belleza, como estaorquídea del género Ophrys, conocida comoflor de abeja.Foto 2. Bonitas umbelas del genero Allium,un ajo silvestre que aparece alguna vez entrelo más enmarañado del matorral.Foto 3. Aquí tenemos a la zarzaparrilla enflor; suele hacerlo a finales de verano. En laimagen, acompaña a brezos y argomas.Foto 4. A veces, las encinas muestran deformacionesen su ramaje, efecto de lasadversas condiciones que les toca vivir alborde del abismo.Foto 5. Hemos llegado a las inmediacionesde la playa de Barrika, que, si bien es dereducido tamaño, en verano se ve muyconcurrida <strong>por</strong> los practicantes delnaturismo. Esta elegante escalera permite undescenso rápido, de no menos de 60 metros.Fotos 6-7-8. La rasa mareal ofrece vistascomo esta a la derecha de nuestra escalinata.El mar, al ir cercenando la base delacantilado, ha puesto de manifiesto comoestaba plegado el flysch.Foto 9. Las siguientes tomas nos presentandetalles del acantilado, desde la propia playa.En conjunto, representan un pequeño tratadode tectónica, incompleto <strong>por</strong>que hasta la calade Meñakotz aparecen mas ejemplos que noincluimos para no ser cargantes. En estaimagen apreciamos un anticlinal cuyo ejeaxial buza hacia nosotros (hacia el mar), conun ángulo de cerca de 45°.Foto 10-11. Sinclinal ligeramente inclinado.Su plano axial se inclina unos 30° hacia laizquierda. A la derecha, hay una discontinuidad(falla) notoria.12 34 5 67 810119Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos53


Foto 1. Además de un anticlinal ligeramentetumbado hacia la izquierda, una potente falladibuja una discordancia estratigráfica muypatente.Foto 2. El pliegue (sinclinal) tiene un núcleomuy estrecho, en abanico. Además, en elflysch se nota claramente la alternancia decalizas (claras) y margas (oscuras), másdeleznables, con lo que la erosión diferencialse pone de manifiesto.Foto 3. Las presiones tectónicas queocasionaron todos estos pliegues tuvieronque ser enormes a la vista de las dislocacionesy fragmentaciones producidas en estasrocas, unas dobladas como si fueran laminasde papel, pulverizadas otras…Foto 4. Pliegue (anticlinal) complejo en elque el flanco derecho parece intentar unacharnela, para, de nuevo, elevarse hasta queuna falla lo interrumpe bruscamente.Foto 5. Sinclinal asociado a una falla. Elflanco izquierdo sigue profundizando a niveldel suelo, mientras el derecho quedacortado. Los estratos superiores muestran aúnmayores esfuerzos tectónicos.Foto 6. Detalle de estratos fuertementepresionados y retorcidos; incluso rotos. Laerosión diferencial es descarada.Foto 7. Anticlinal casi recto con el eje axialbuzando hacia nosotros.234 516 754Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos


Foto 1. Incluso en grandes bloquesdesprendidos del cantil <strong>por</strong> la fuerza delocéano quedan presentes las formastectónicas, como en este sinclinal, queparece descansar sobre la arena como unbañista mas.Foto 2. Vista del aparcamiento y acceso a laplaya de Barrika. Ahora está casi solitario.Pero en verano suele presentar un aspectobien distinto.Foto 3. Continuamos nuestra marcha hacia eleste. Los senderos que se dibujan en estaloma, nos conducirán hacia la bahía deAstondo (Gorliz). De nuevo, estamos anteuna vegetación de matorral áspero yraquítico.Foto 4. Poco antes de llegar , veremosdibujados en los acantilados nuevas muestrasde la tectónica tan especial de esta zona,como son estos pliegues en abanico en losque, al parecer, las fuerzas orogénicas seemplearon al máximo.Foto 5. Aquí, el pliegue completo, anticlinaly sinclinal, nos aparece interrumpido: a laizquierda, <strong>por</strong> la acción marina que corta elcantil; y hacia el centro, <strong>por</strong> una falla quedescentra la charnela del anticlinal.Foto 6. No creemos que sea un refugio depiratas, ni aún liliputienses. El oleaje haencontrado una base mas débil y se havalido de ello para labrar esta socavaduraque un día servirá para "volar" un buenfragmento de la costa.Foto 7. Aquí el complejo de pliegues, fallas yotras dislocaciones llega a trastocar todosnuestros esquemas. Es un maremagno deplanos que se entrecruzan sin aparente ordenni concierto. ¡Un bello desorden!Foto 8. En estos cantiles, las aves marinas,como estas gaviotas, disponen de grietas ycavidades para colocar sus nidos. Al pasear<strong>por</strong> estos andurriales, siempre nosacompañan los graznidos de estos volátiles.Foto 9. Un ejemplo mas de la complejidadtectónica de esta costa.12 34 5 67 8 9Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos55


Foto 1. Iniciamos el descenso hacia la miniplayade Muriolas. Nuevamente, encinasachaparradas, lentiscos, argomas y helechosforman el tapiz vegetal.Foto 2. Los últimos pliegues de esta serie,justo a la izquierda de la playita de Muriolas:anticlinal y sinclinal en acordeón, seguidossin solución de continuidad. Sus flancos,prácticamente planos, llaman poderosamentela atención.(Vista tomada desde la punta de Astondo, alotro lado de la bahía).Foto 3. Diminuta playa de Muriolas. Susituación -semioculta- y su dificultad deacceso la han hecho ser apreciada <strong>por</strong> unselecto grupo de naturistas.Foto 4. Acantilado sito a la izquierda de laplaya citada, hacia Plentzia. Aquí no haypliegues. Sólo una dislocación hafragmentado el bloque y, en superficie,favorecido la aparición de la vaguada.Foto 5. Nos dirigimos hacia el interior, haciael núcleo urbano de Barrika. De entrada, nostopamos con una formación arenosoarcillosa,en la que las aguas salvajes han idohoradando estas pequeñas cárcavas.Foto 6. Al igual que en muchos terrenosincultos, en los últimos años se estánextendiendo estas cañas de nombre"cortaderia", con sus vistosas plumas (que sonsus inflorescencias). Con todo, la superabundanciade ellas llega a afear algunos paisajes.Foto 7. Que este camino (de la playa hacia elpueblo) esté tan abrigado de vegetación esdebido a un pequeño arroyuelo que discurrea la derecha de estos árboles y desembocaen la propia playa. Pese a la pequeñez de lacorriente, estamos ante un auténtico bosquegalería.Foto 8. ¿Quizá hubo en las inmediaciones unmolino?. La presencia de este pequeñohumedal, con sus espadañas (eneas, lentejasde agua y demás plantas acuáticas) nos losugiere.Foto 9. Al acercarnos al pueblo, lavegetación arbórea, formada <strong>por</strong> robles,encinas, madroños y sauces, queda reducidaa la margen izquierda del camino, debajo dela cual discurre el citado hilito de agua.13 45 627 8956Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos


Foto 1. El programa CORINE de la UniónEuropea incluye en su inventario losacantilados de Barrika a Matxitxako. La leyde Costas estatal indica que todos losacantilados de Bizkaia son de dominiopúblico. En el Catálogo de EnclavesNaturales de Im<strong>por</strong>tancia de la CAV aparecenlos acantilados marinos de La Galea aArmintza.¿Quién nos explica el desaguisado que hoymismo y a la luz del sol se está realizandoaquí?Con todo, detrás de la acción de excavadorasy demás maquinaria, que están urbanizandoeste entorno privilegiado aparece, todavíaintacto, el cerro que aloja la zona que llamael topográfico de la Diputación"Barrikobaso".2 3Fotos 2-3-4. La formación arbórea de estebosque esta constituido <strong>por</strong> encinas ymadroños que, en otoño, muestran simultáneamenteflores y frutos.Fotos 5-6. Después, en la rasa del cerro, hayun argomal muy cerrado, aunque, a trechos,como en la foto, está salpicado de sauces yalgunos pinos. La segunda foto muestra unamata de argoma invadida <strong>por</strong> una plantaparásita: cuscuta o cabellos de capuchino.Foto 7. De nuevo, al aproximarnos al bordedel mar (al fondo se vislumbra la playita deMuriolas) reaparece el matorral tupido debrezo, laston, argoma…salpicado de encinasenanas.4 5 6Foto 8-9. Encantadora bahía de Astondo.Tranquila ahora, pasado el bullicio veraniego(extraña ver vacío el aparcamiento).Desembocadura de la Ría de Plentzia, alfondo. El camino se ensancha, atraviesa uneucaliptal y desciende suavemente hasta laurbanización San Telmo.Foto 10. Marisma de Txipio. Aunque, enprincipio, formaba un todo con la ría, lacarretera construida entre ambas las haaislado, si bien no totalmente. Esta marisma,con el conjunto de la ría, tiene un enormevalor ecológico, pero resulta casidesconocida para la gran mayoría de losbizcainos, debido a la fama conseguida <strong>por</strong>Urdaibai.7 81 9 10Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos57


Foto 1. Después de Urdaibai, hay quecolocar la Ría de Plentzia a la par delTxingudi (desembocadura del Bidasoa).Foto 2. Al fondo, debajo de los caseríos y losprados, el carrizal; luego, el juncal y lasplantas barrileras, junto a la zona inundada,aunque sea en bajamar.Foto 3. Una franja de tarajes ("tamarixgallica") y otra de juncal y otras plantashidrófilas.Foto 4. Las plumas (inflorescencias) de loscarrizos (Phragmites communis) ponen unairoso contrapunto al tono ocre de su fondo.Foto 5. El arroyo Urgozo, que alimenta elhumedal, se remansa en este final de surecorrido.Foto 6. Entramos en Plentzia. A la derechadel Puente de la Estación, nos dirigimos a lazona del antiguo molino mareal. Esta quevemos era la zona que se llenaba en altamar,que luego, cerrando las compuertas, dirigíala corriente al molino.Foto 7. Poco a poco, esta zona se vaconvirtiendo en nueva marisma y las garcetasy otras aves limícolas acostumbran acorretear <strong>por</strong> aquí en busca de alimentos.Foto 8. En esta vitrina se guardan algunasmuelas del viejo molino y otros trebejos quese han salvado de la quema.1325467 858Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos


Tercer <strong>Recorrido</strong>.Desde Astondo a Armintza,<strong>por</strong> Cabo Billano.Foto 1. La Punta de Astondo contempladadesde la playita de Muriolas. El flysch estodavía de tonos claros (calizas y margas) yasí se va a mantener cosa de kilómetro okilómetro y medio. Luego aparecerá unflysch más oscuro, procedente de una épocaanterior, el Cretácico medio.Foto 2. La Duna Fósil de Astondo. En ellaadvertimos el proceso de fijación comenzado<strong>por</strong> las plantas que se ven en primer término,sobre todo, el barrón -gramínea de profundasy muy ramificadas raíces, que aglutinan laarena- y finalizado <strong>por</strong> el hombre medianteplantación de pinos. Pero, sobre todo, esinteresante observar cómo se ha consolidadouna estructura de <strong>por</strong> sí tan inestable (lasdunas son móviles de <strong>por</strong> sí y basta acercarse<strong>por</strong> aquí un día de fuerte viento: volveremoscon los bolsillos llenos de arena). Además,tenemos un bonito ejemplo de sedimentacióncruzada -capas de arena horizontalesunas e inclinadas, otras- testigo del cambiode dirección de los vientos durante suformación.12Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos59


Foto 1. Hemos tomado la carretera que sedirige al centro urbano de Gorliz, y a unos100 mts nos encontramos con unabifurcación que se dirige al Faro de CaboBillano. Está cerrada para vehículos, pero espracticable <strong>por</strong> los viandantes. <strong>Recorrido</strong>sunos 600 mts, nos encontramos con unainstalación ganadera (que rodeamos) y en laque nos ha llamado la atención esta parejade ciervas. ¿En vistas a una repoblacióncinegética de estos montes?…Foto 2. Si nos desviamos de la carreterahacia el pequeño promontorio que el mapadesigna Aizkorri Punta nos encontramos conlas ruinas de un pequeño castillo y en suderredor una muestra de la vegetación denuestros acantilados. Entre ella, destaca este"clavel de mar", que los botánicos hanbautizado como "Armeria euscadiensis" <strong>por</strong>ser un endemismo en nuestra costa.Foto 3. De la msima familia es esteLimonium, que suele utilizarse para formarramitos de flores secas.Fotos 4-5. En la vertiente oriental de estaAizkorri Punta y casi sobre las olas,encontramos este conjunto de rocas calizas,con un notorio modelado kárstico .Foto 6. Y sobre ellas, areniscas provistas decostras ferruginosas, que acogen otroinquilino típico de los cantiles, el hinojomarino (Crithmum maritimum)12Foto 7. Para volver a la carretera del Faro,tendremos que ascender este acantilado <strong>por</strong>un sendero que queda a la derecha de laimagen, Punta Motz en el mapa. Claramentese ve que es más oscuro que los quehabíamos visto hasta aquí. De esta guisa vana seguir hasta Armintza y aún más allá.3 4Foto 8. Ya en la carretera del Faro, unosfarallones más alejados de la influenciamarina nos ofrecen este matojo de brecina,que nos alegra la vista con su colorido y subrillo.5 67 860Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos


Foto 1. Visto de cerca el flysch mesocretácico:areniscas rígidas con margas limosasintercaladas.Fotos 2-3. Y, con bastante profusión,aparecen los conglomerados: pudingas ybrechas.Foto 4. El Faro de Cabo Billano, totalmenteautomatizado, como puede apreciarse <strong>por</strong> laausencia de cualquier tipo de vivienda u otrainstalación aneja. Aquí acaba la carretera.Foto 5. En adelante, seguimos un senderoempinado e irregular, que, a unos 50 mts,pasa junto a este residuo de la batería decosta que pululó <strong>por</strong> estos andurriales hastabien entrados los años setenta.Foto 6. El sendero nos ha llevado a coronarlas cotas 211 y 218 y luego descendemoshasta toparnos con una valla practicable quenos da paso a una pradera <strong>por</strong> la queascenderemos en diagonal hasta una nuevavalla que saltaremos <strong>por</strong> un <strong>por</strong>tillo ad hoc.Este nos da paso a una senda que sube <strong>por</strong>este túnel formado <strong>por</strong> un tupido encinar.2 3Foto 7-8. Por ella, llegamos a la cumbre (¿?)del Monte Ermua. El buzón y la placa -que,<strong>por</strong> cierto, no redactó ningún euskaltzainaseasientan sólidamente sobre conglomerados,probablemente los últimos que veamoshasta Armintza.Foto 9. Desde esta cima hacia atrás: unencinar cantábrico bien desarrollado, quedesciende hacia el mar, hasta cotas próximasa los 100 mts. Comunidad de gran riquezabiológica y de considerable im<strong>por</strong>tanciaecológica. El sustrato ácido y no kárstico, leconfiere una singularidad especial.4 56 718 9Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos61


Foto 1. Desde la cima hacia delante: elpanorama cambió <strong>por</strong> completo. El encinarrobledaloriginal se taló y aquí tenemos unaexuberante plantación (que no bosque) deeucaliptus.Foto 2. Pero nosotros nos desviamos <strong>por</strong> unsendero a la izquierda que nos devuelve a lacornisa.Foto 3. Batida <strong>por</strong> el oleaje, contemplamos laisla Billano. Alguien la ha comparado con undragón durmiente. Al parecer, estáconstituida <strong>por</strong> rocas volcánicas y, sin duda,será escenario en que aniden diversas avesmarinas.2 3Foto 4. Por encima de los enhiestoseucaliptos, podemos divisar un trozo decosta que llega hasta la playa de Bakio.Delante, los abruptos cantiles que preceden ala cala de Basordas.Foto 5-6. El camino nos ha llevado al bordedel precipicio, sobre el recodo Etzandarri.Escarpe casi vertical, entre cuyas grietas yrepisas se "agarra" una vegetación excepcionalmenteadaptada a unas condiciones devida infernales.Foto 7. De ello da fe este pino que tuvo quedoblegarse a la fuerza del viento, pero que,pese a perder muchas hojas y ramas, semantiene vivo.4 5 6Foto 8-9-10. Nos hemos situado encima deBillau Kala. No es fácil acceder a este punto.El camino que desciende hacia UrzuriagaEtxea, presenta hacia su mitad, unabifurcación hacia la izquierda, senderoestrecho e incómodo, que, no conduce aninguna parte. Pero a unos 100 mts delcamino principal hallaremos una pequeñatrocha que, entre helechos y argomas, alcabo de unos 30 metros nos deposita anteeste abismo poco recomendable para quienpadezca de vértigo. No cabe duda que elcontemplar esta belleza compensa elesfuerzo que nos ha costado llegar hastaaquí.7 819 1062Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos


Foto 1. Hacia la izquierda, el acantilado nosmuestra la dirección de los estratos,inclinados hacia el continente, lo quefavorece la aparición de escarpas cortadas aplomo.Foto 2. Aunque estamos en el dominio deleucalipto, que reseca el terreno y sóloconsiente un acompañamiento escuálido deargomas enanas y helechos, un herbazal delentorno da acogida a esta lepiota procera ogalanperna.Foto 3. El ambiente húmedo permite laaparición de estos líquenes bastanteraquíticos. En pleno arbolado, la ausencia decontaminación atmosférica debería favorecerel desarrollo de líquenes -indicadores deescasa o nula polución-. ¿Qué tendrán lasesencias antisépticas de las hojas deleucalipto, para espantar a nuestros amigoslos líquenes?Foto 4. Al pie de un pino desmochado,crecen estas setas que aprovechan la materiamuerta.Foto 5. Los eucaliptos crecen largos yesbeltos. ¡Alguna belleza tendrían que tenerestos alienígenas colonizadores!12Foto 6. De Urzuriaga Etxea parte hacia laizquierda un sendero horizontal que noslleva sin dificultades a este otro acantilado.Como puede apreciarse, nos hallamosmucho más cerca del nivel del mar, apenasunos 30 mets. El cantil está más colonizado<strong>por</strong> la vegetación que los anteriores.Foto 7. De vuelta a Urzuriaga, emprendemosla última singladura. Nos faltan apenas 2 kmsde marcha <strong>por</strong> un terreno prácticamentellano y cómodo. A cosa de 300 ó 400 mts,cruzamos <strong>por</strong> esta vaguada, en la que elcolor del agua denuncia la presencia de unmanantial ferruginoso.3 4Foto 8. La aparición de este brusco (Ruscusaculeatus) nos alegra la vista con susbrillantes frutos, que, sin duda, harán lasdelicias de algún pájaro invernante en fechasnavideñas.Foto 9. Ya a las puertas de Armintza, elretroceso del acantilado ha propiciado eldesarrollo de la rasa mareal. En bajamarconstituye una prolongación de la playa delpueblo.Foto 10. El espigón del pequeño puertopesquero y en su extremo (en segundo plano)la rampa que permite bajar a la plataformade abrasión. Por detrás, asoman algunasembarcaciones amarradas y las últimas casasde esta coqueta población.5 6 78 910Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos63


Foto 1. Hemos bajado al puerto y nosasomamos al exterior del muelle. En primerlugar, nos topamos con este cresterío derocas volcánicas. Su color oscuro y su configuración,nos recuerda a las pillow-lavas deMeñakotz.Foto 2. Bajamos a la rasa y <strong>por</strong> la tubería desaneamiento nos acercamos a la crestavolcánica, para contemplar este majestuoso"slump": rocas plegadas, no <strong>por</strong> unaorogenia, sino <strong>por</strong> un deslizamiento lateraldebido a algún desnivel y a la plasticidad dealgún estrato inferior. La sedimentaciónprosigue y las capas superiores se depositanhorizontalmente.1Para regresar, tenemos un autobúscada hora, que nos acerca al MetroBilbao en Plentzia o nos llevadirectamente hasta el Puente Colgante,en Las Arenas.264Ruta de los Castillos, Casas Torre, Caseríos y Mitos

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