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El País/ - Sociedad, Ter, 17 de Abril de 2012<br />
CLIPPING INTERNACIONAL (Poder Judicial)<br />
Dos niñas se niegan a ir a EE UU con su<br />
madre pese a la orden de un juez<br />
La Audiencia da la custodia a la mujer, acusada de<br />
llevarse a las menores ilegalmente El fallo judicial data<br />
de 2011 y queda suspendido Dos niñas de 12 y 14<br />
años de Tarrago<strong>na</strong> se niegan a trasladarse a vivir a<br />
Estados Unidos con su madre, en contra de lo que<br />
establece u<strong>na</strong> sentencia que otorga a la progenitora la<br />
guardia y custodia de las menores. Tras u<strong>na</strong> larga<br />
batalla judicial en los juzgados de Estados Unidos y<br />
Valls (Alt Camp, Tarrago<strong>na</strong>), el padre debía entregar<br />
este martes las niñas a la madre, pero estas se<br />
opusieron en la misma sede judicial. La titular del<br />
juzgado de instrucción 1 de Valls ha decidido no<br />
ejecutar la sentencia. “Se ha tenido que suspender<br />
hasta nueva fecha por la situación emocio<strong>na</strong>l de las<br />
menores y los momentos de tensión vividos en el<br />
juzgado”, ha informado el Tribu<strong>na</strong>l Superior de<br />
Justicia de Cataluña (TSJC). Las dos niñas, según<br />
han confesado, quieren seguir viviendo con el padre,<br />
Quico Iborra, en la Vall de l’Arrabassada. Este es el<br />
enésimo capítulo de la historia que enfrenta desde<br />
hace casi tres años a un matrimonio divorciado en<br />
2006 y, sobre todo, a sus dos hijas. Iborra incluso<br />
cruzó el Océano Atlántico hace dos años para<br />
localizar a las niñas porque la madre se las había<br />
llevado sin consentimiento paterno a Estados Unidos<br />
aprovechando un error judicial: el juzgado no<br />
transmitió a la policía la prohibición de salir de España<br />
de las menores y la orden “se archivó por un error<br />
debido a la sobrecarga de trabajo”, según admitió<br />
hace un año el Consejo General del Poder Judicial.<br />
La progenitora, Luciane Almeida, brasileña de<br />
<strong>na</strong>cimiento pero también con <strong>na</strong>cio<strong>na</strong>lidad española,<br />
se casó de nuevo en Estados Unidos con un pastor<br />
evangélico, según explicaron este martes los abuelos<br />
paternos. El 30 de julio de 2010, el juzgado de Valls<br />
acordó otorgar la guardia y custodia de las dos niñas<br />
al padre, pero la madre recorrió la decisión ante la<br />
Audiencia Provincial de Tarrago<strong>na</strong>. Este último<br />
organismo, el 25 de noviembre del año pasado, estimó<br />
el recurso de Almeida, dejó sin efecto la resolución del<br />
juzgado de Valls y devolvió la custodia a la<br />
progenitora. Almeida llegó el lunes a España para<br />
recuperar a sus hijas, pero fue detenida en el<br />
aeropuerto de Barcelo<strong>na</strong>-El Prat. Sobre ella pesaba<br />
u<strong>na</strong> orden de arresto por desobediencia a la autoridad<br />
y sustracción de menores, vigente desde que se llevó<br />
a las menores a EEUU. La madre entró este martes<br />
en los juzgados de Valls discretamente poco antes de<br />
las diez de la maña<strong>na</strong>. Las niñas y el padre, con los<br />
abuelos paternos, lo hicieron minutos después. Las<br />
menores estaban visiblemente afectadas. La pequeña<br />
quería leer ante los medios u<strong>na</strong> carta dirigida a su<br />
madre, pero el llanto se lo impidió. “Mamá, no<br />
queremos ir contigo. Por favor, haznos caso. Tú<br />
siempre has dicho que querías lo mejor para nosotras,<br />
pues deja que nos quedemos aquí”, decía la carta,<br />
leída al fi<strong>na</strong>l por Iborra. Minutos después, la expareja<br />
protagonizó u<strong>na</strong> fuerte discusión dentro de los<br />
juzgados. Los padres se cruzaron graves acusaciones<br />
en presencia de las niñas, que no podían parar de<br />
llorar. Iborra incluso dio puñetazos en las puertas,<br />
explicaron algunos testigos. “Llevo trabajando aquí 35<br />
años y nunca había visto <strong>na</strong>da igual, es un caso muy<br />
delicado”, dijo u<strong>na</strong> funcio<strong>na</strong>ria. La tensión fue tal, que<br />
los guardias cerraron las puertas del edificio y se<br />
desplazaron hasta allí varias patrullas de los Mossos<br />
d’Esquadra y la policía local, además de u<strong>na</strong><br />
ambulancia del Sistema de Emergencias Médicas<br />
(SEM). Poco antes del mediodía, el padre salía de<br />
nuevo acompañado de sus hijas y su abogada. “Ha<br />
sido imposible ejecutar la sentencia porque las niñas<br />
se niegan a ir físicamente con su madre, ahora, no sé<br />
qué pasará”, explicó Iborra. Almeida y su abogada se<br />
negaron a realizar declaraciones. La custodia, por el<br />
momento, la sigue teniendo la madre, pero las niñas<br />
viven con el padre en Tarrago<strong>na</strong>. La ejecución de la<br />
sentencia fue pospuesta a u<strong>na</strong> nueva fecha, que este<br />
martes el TSJC no ha concretado.<br />
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