Papel de las actividades superóxido dismutasa y catalasa en la ...

INTRODUCCIÓN
sino también cuando se añaden al medio, tanque o laguna de cultivo. Aquí el concepto
de probiótico se amplía, denominándose biocontrol cuando el tratamiento es con
microorganismos antagonistas al patógeno, o biorremediación cuando la calidad del
agua es mejorada.
Verschuere et al. (2000) proponen una definición modificada para el término
probiótico aplicada en acuicultura: “Complemento microbiano vivo que tiene un efecto
beneficioso sobre el hospedador modificando la comunidad microbiana relacionada con
el hospedador o con el ambiente, asegurando un uso mejorado del alimento o
aumentando su valor nutricional, favoreciendo la respuesta del hospedador a las
enfermedades, o mejorando la calidad del ambiente”.
Entre los mecanismos propuestos para explicar el modo en el que los probióticos
pueden interactuar con los patógenos tenemos: (1) Exclusión competitiva por la
producción de compuestos antimicrobianos entre los que se han descrito bacteriocinas,
lisozimas y proteasas (Austin et al., 1995; Sugita et al., 1997; Gatesoupe, 1999; Gram et
al., 1999; Verschuere et al., 2000). Tan importante se ha considerado la capacidad de
inhibir el crecimiento de bacterias patógenas de peces, que esta característica se ha
convertido en uno de los criterios más empleados para la selección de potenciales
probióticos en acuicultura; (2) Competición por los nutrientes y energía disponible
(Smith y Davey, 1993; Pybus et al., 1994; Gatesoupe et al., 1997; Gram et al., 1999) y (3)
Interferencia adhesiva en el hospedador (Olsson et al., 1992; Jöborn et al., 1997;
Nikoskelainen et al., 2001; Chabrillón et al., 2005a y b).
31