Vol. XXXVIII / 1 - Studia Moralia
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78 MARCIANO VIDAL<br />
IV. PENSAMIENTO AGUSTINIANO<br />
1. PERSPECTIVAS AGUSTINIANAS SOBRE LA MORAL CRISTIANA<br />
San Agustín es un océano en el pensamiento cristiano.<br />
Ninguno de los temas que él trata puede ser reducido a una sola<br />
perspectiva. Esta norma hermenéutica tiene aplicación también<br />
en la moral. No se puede reducir el pensamiento moral agustiniano<br />
a una sola consideración.<br />
a. La Moral como “historia” del Deseo<br />
Para san Agustín Dios es el objeto y la meta del Deseo humano.<br />
El inicio de las Confesiones y el final de la Ciudad de Dios<br />
señalan el punto de partida y el final del camino de la vida<br />
humana; en medio acaece la historia del deseo existencial de<br />
cada persona.<br />
El comienzo: “nos hiciste, Señor, para ti, Señor, e inquieto<br />
está nuestro corazón hasta que descanse en Ti” 39 . La meta: “Allí<br />
descansaremos y contemplaremos, contemplaremos y amaremos,<br />
amaremos y alabaremos. Esto será lo que suceda finalmente<br />
sin fin alguno” 40 .<br />
La existencia humana es la historia distendida del deseo 41 .<br />
Consiguientemente, la moral cristiana consiste en la realización<br />
coherente de la historia del deseo humano.<br />
b. La Moral como “praxis” de la Caridad<br />
Pocos pensadores cristianos habrán destacado tanto, como<br />
san Agustín, la constitución amorosa del misterio de Dios:<br />
39<br />
Confesiones, I, 1, 1 (“Fecisti nos ad te, Domine, et inquietum est cor<br />
nostrum donec requiescat in Te”).<br />
40<br />
De civitate Dei, XXII, 30, 5: Obras de San Agustín. Edición bilingüe,<br />
T. XVI (Madrid, 1958) 1722 (“Ibi vacabimus et videbimus, videbimus et amabimus,<br />
amabimus et laudabimus. Ecce quod erit in fine sine fine”).<br />
41<br />
Confesiones, XIII, 9, 10: “pondus meum amor meus: eo feror quocumque<br />
feror. Requies nostra locus noster”.