Vol. XXXVIII / 1 - Studia Moralia
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70 MARCIANO VIDAL<br />
nal a la vez, del misterio trinitario: “este designio (el plan de<br />
Salvación) dimana del ‘amor fontal’ o caridad de Dios Padre,<br />
que, siendo principio sin principio del que es engendrado el Hijo<br />
y del que procede el Espíritu Santo, creándonos libremente por<br />
su benignidad excesiva y misericordiosa y llamándonos además<br />
por pura gracia a participar con Él en la vida y la gloria, difundió<br />
con liberalidad y no deja de difundir la bondad divina, de<br />
modo que el que es Creador de todas las cosas se hace por fin<br />
todo en todas las cosas (1 Cor 15, 28), procurando al mismo<br />
tiempo su gloria y nuestra felicidad” 9 . En otro lugar el mismo<br />
Concilio utiliza la fórmula tradicional: “a Dios Padre por Cristo<br />
en el Espíritu” 10 . Fuera de estos dos pasajes, el Vaticano II habla<br />
de la Trinidad en su vertiente económica o funcional dentro de<br />
la historia de salvación.<br />
2. LAS CATEGORÍAS DE “PERSONA” Y DE“SUBSTANCIA”<br />
Para exponer el contenido de fe del misterio trinitario la teología<br />
ha tenido que servirse de categorías de la razón humana.<br />
El pensamiento griego utilizó palabras y conceptos que significaban<br />
tanto la unidad en la “esencia” (ousía) como la diversidad<br />
en la “subsistencia” (hypóstasis), término este último con el que<br />
se aludía también a “persona”, para cuya conceptualización los<br />
teólogos griegos no creyeron muy adecuado el término prósopon,<br />
por significar inicialmente “máscara”.<br />
La teología latina acuñó una fórmula más uniforme y precisa:<br />
“una substantia et tres personae”. Esta diferencia terminológica<br />
entre los latinos y los griegos la observó certeramente<br />
san Agustín: “Lo que nosotros, siguiendo la costumbre, decimos<br />
de la persona, lo entienden los griegos, conforme al genio de su<br />
idioma, de la substancia. Ellos dicen tres substancias y una esencia.<br />
Nosotros, tres personas y una esencia o substancia” 11 .<br />
9<br />
Ad gentes, 2. Una originalidad de esta formulación está en la manera<br />
de expresar la “procesión” del Espíritu Santo, más cercana a la teología<br />
oriental que a la occidental: “ex quo (Patre) Filius gignitur et Spiritus<br />
Sanctus per Filium procedit” (no: “Filioque”).<br />
10<br />
Lumen gentium, 51.<br />
11 SAN AGUSTIN, De Trinitate, VII, 4, 8: Obras de San Agustín. Edición