Vol. XXXVIII / 1 - Studia Moralia

68 MARCIANO VIDAL
núcleo de la revelación trinitaria, para deducir, a continuación,
las implicaciones que esa confesión de fe tiene para la comprensión
y la realización de la vida cristiana en general y, más
concretamente, de la vida moral.
Conforme indica el subtítulo, seguiré las huellas del pensamiento
teológico de san Agustín y de san Buenaventura. Sin
embargo, mi intención no es hacer un estudio de carácter histórico
ni de exégesis técnica del pensamiento agustiniano o bonaventuriano.
Mi interés es de carácter preferentemente sistemático
y propositivo.
I. EL MISTERIO TRINITARIO
La teología trinitaria ha conocido en la segunda mitad del
siglo XX una época de gran esplendor, solamente superable por
la etapa decisiva de los siglos III-IV 2 . Dado el objetivo de estas
páginas, no es necesario ni exponer el estado de la cuestión de
los estudios sobre la Trinidad 3 ni resumir las orientaciones sobre
este misterio cristiano 4 . Únicamente quiero dejar constancia de
algunas perspectivas que tienen particular relieve para las implicaciones
éticas.
1. CIRCULARIDAD HERMENÉUTICA ENTRE “TRINIDAD HISTÓRICA” Y
“TRINIDAD INMANENTE”
A través de la Revelación de la Trinidad en la historia de salvación
(“trinidad económica”) llegamos a vislumbrar el misterio
2
Cf. M. GONZÁLEZ, El estado de situación de los estudios trinitarios en el
umbral del tercer milenio: SOCIEDAD ARGENTINA DE TEOLOGÍA, El misterio de la
Trinidad en la preparación del Gran Jubileo (Buenos Aires, 1998) 9-97.
3
Ver, a título de muestra, el boletín bibliográfico de G. EMERY,
Chronique de théologie trinitaire: Revue Thomiste 98 (1998) 469-496.
4
Remito a tres tratados recientes escritos en castellano: J. R. GARCÍA-
MURGA, El Dios del amor y de la paz. Tratado Teológico de Dios desde la
reflexión sobre su Bondad (Madrid, 1991); J. Mª. ROVIRA, Tratado de Dios, uno
y trino (Salamanca, 1993); L. F. LADARIA, El Dios vivo y verdadero. El misterio
de la Trinidad (Salamanca, 1998).