Vol. XXXVIII / 1 - Studia Moralia

160 J. SILVIO BOTERO GIRALDO
que está inscrita en la naturaleza de todo hombre. “El desarrollo
auténtico de la persona exige la mediación de la relación
interpersonal. No hay personalización sin desarrollo de la alteridad”,
escribió FERNÁNDEZ DEL RIESGO 53 .
La tercera actitud es la de resolver la situación de fracaso de
tantas parejas. Desde hace algún tiempo se está insinuando fuertemente
un comportamiento de benignidad y misericordia,
como lo sugieren las intervenciones de Pablo VI frente a la Rota
Romana (1970 y 1973) en la inauguración del año judicial y de
Juan Pablo II con la carta encíclica Dives in misericordia. Pero
creemos que no es suficiente. Se hace necesaria una acción más
audaz. JIMÉNEZ URRESTI alude a un “desteologizar” lo que ha sido
indebidamente teologizado, y un “desjuridizar” lo que ha sido
indebidamente juridizado 54 . Sería una tarea prolija entrar a
detallar este cometido.
El intento de resolver los casos de parejas fracasadas en su
matrimonio se ha llevado a cabo siguiendo un proceso: invitar a
la reconciliación, y si esto no fuera posible, deberán mantener
vida continente; un tercer paso consiste en hacer la demanda de
nulidad matrimonial al tribunal competente que definirá la
situación de acuerdo a las normas establecidas. Pero hay casos
particularmente complejos como los que menciona el Papa en la
Familiaris consortio (n. 84), muy similares a los que Urrutia
llama harship situation y conflict situation 55 . La primera corresponde
al caso de una pareja de fieles que viven la experiencia
de una segunda unión a conciencia de que la primera fue ciertamente
válida pero al presente está irremediablemente destruída;
la segunda es la situación de quienes, estando en una segunda
unión, están convencidos de que el primer matrimonio era
verdaderamente nulo, pero no tienen la posibilidad de demostrarlo
en un tribunal. Creemos que una triple disposición puede
condensar cuanto queremos sugerir a propósito de la tercera
53
M. FERNÁNDEZ DEL RIESGO, “La postmodernidad y la crisis de los valores
religiosos”, Diálogo Filosófico 5/14 (1989) 218.
54
Cfr. T. I. JIMÉNEZ URRESTI, De la teología a la canonística, Pontificia
Universidad de Salamanca, Salamanca 1993, 366-378.
55
Cfr. F. J. URRUTIA, “Il criterio di distinzione tra foro interno e foro
esterno”, en Vaticano II. Bilancio e prospettive, 25 anni dopo. 1962-1987, I., a
cura di R. Latourelle, Cittadella, Assisi 1987, 567-569.