Democracy Today.indb - Universidade do Minho

Weber–, incitan hoy a acometer la actualización crítica del humanismo
social de inspiración calvinista [Rivera, 1999]. Una tradición de ideas
preliberales, casi olvidada por falta de estudios, que inspiró a Europa
el tránsito del Renacimiento al Barroco, oponiendo el modelo de unas
instituciones republicanas y federalistas al asentamiento triunfante
de la soberanía del Estado moderno absolutista. De esta manera, en
medio del s.XX, conforme bien explicita André Biéler [Biéler, 1961],
la filosofía personalista de inspiración protestante, de autores como
Rougemont, representa un fiel reflejo evolucionado de ese humanismo
social genuino de Calvino, aunque no distorsionado por el postrer
puritanismo. Además, lo mismo se puede afirmar de la filosofía social
y política rougemontiana, el federalismo integral, heredera de autores
calvinistas de primera hora como Johannes Althusius, como también
del Rousseau elogioso de las virtudes de la pequeña república ginebrina,
de los Federalist Papers norteamericanos y, en gran medida, del
segundo Proudhon, aquél que apostaba por el federalismo político y
el mutualismo socioeconómico.
En consecuencia, desde estos parámetros, a continuación esbozaremos
de forma breve los perfiles de la obra rougemontiana, en verdad
copiosa y multidisciplinar, refiriéndonos sobretodo a su filosofía
moral, social, política e incluso jurídica. Propósito que no nos evitará
la necesidad de plasmar también las bases metafísicas, antropológicas
y epistemológicas sobre las que se levanta su modelo de “federalismo
integral”, enraizado, ciertamente, en el ejemplo histórico de su Suiza
natal.
En primer lugar, la variedad de estudios y matices propios de
Rougemont no obstan a la integración del conjunto de las materias
tratadas dentro de una perspectiva global no sistemática, deudora en
gran medida de las ideas de P.-J. Proudhon. Es el método dialéctico
de la antinomia constructiva en diálogo permanente, una paradoja
estructurada con argumentos a contrario. Se trata pues de un enfoque
relacional de la realidad humana, basado en la razonabilidad
práctica y opuesto a cualquier tipo de sistema racionalista y formal
cerrado en sí mismo; en especial al del idealismo hegeliano con sus
derivaciones y al del cientificismo positivista. Sin embargo, sería
erróneo deducir de aquí una organicidad metodológica indescifrable
que ocultara las partes en el todo. Semejante peligro se conjura con
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DEMOCRACIA
GLOBAL, IDENTIDAD Y
RESPONSABILIDAD CÍVICA
DE LA CIUDADANÍA.
DIÁLOGOS ENTRE
SEYLA BENHABIB, EL
LIBERALISMO COMUNITARIO
Y EL FEDERALISMO
INTEGRAL DEL SIGLO XX
Joan Alfred Martínez i Seguí