Democracy Today.indb - Universidade do Minho

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DEMOCRACY TODAY
semejante trayectoria tayloriana se adivina la impronta de uno de sus
maestros en la sede académica inglesa: Isaiah Berlin. Quien, desde
posiciones inequívocamente liberales y universalistas –primando la
libertad negativa de los modernos sobre la libertad positiva de los antiguos–,
pero alérgico a la deriva autoritaria de un racionalismo formal
y desarraigado –en la línea que va de Platón al jacobinismo y, como
colofón, al totalitarismo marxista–, se abre a una tensión enriquecedora
en referencia a la diversidad de afectos comunitarios y sentimientos de
pertenencia identitaria, propios de la faceta romántica de la condición
humana [Berlin, 1997 y Serna, 2002].
Es debido a esto que, según Castiñeira, en Taylor las dos identidades
(individual y colectiva) se ven retroalimentadas, pero con la
característica de que la identidad individual no depende exclusivamente
de una cultura, sino que puede superarla. La identidad del
individuo moderno es así una “identidad compleja”, constituida por
un lado mediante lealtades a valores universales (supragrupales) y,
por otro lado, mediante la lealtad y la pertenencia a una comunidad
histórica particular y a su modo de vida. Su tesis de un liberalismo
2 de carácter sustantivo representa pues el auspicio de un Estado
comprometido con el principio de reconocimiento de la diversidad
identitaria. Y ello, tanto a nivel de preservación moral y jurídica de
las libertades individuales clásicas, como de protección y fomento, a
través de un proyecto político federativo, de las minorías culturales
que dan forma a una identidad colectiva compleja dentro del mismo
Estado [Castiñeira, 1999, p. 108, 116-117]. El mismo Taylor explica, con
sencillez, todo este proceso de introducción filosófica del derecho a
la diferencia, gracias a un enriquecimiento del concepto de igualdad
heredado de la modernidad.
“Es así como el discurso del reconocimiento se ha vuelto familiar para
nosotros en dos niveles: primero, en la esfera íntima, donde comprendemos
que la formación de la identidad y del yo tiene lugar en un diálogo
sostenido y en pugna con los otros significantes. Y luego en la esfera
pública, donde la política del reconocimiento igualitario ha llegado a
desempeñar un papel cada vez mayor. [...] Deseo concentrarme aquí
en la esfera pública [...]. En realidad ha llegado a significar dos cosas
bastante distintas, relacionadas, respectivamente, con [...] dos cambios