Democracy Today.indb - Universidade do Minho

de individualismo, abstracción jurídica y utilitarismo economicista
que rige en él por medio de una pluralización del vínculo social
que reconozca las potencialidades de una idea abierta y autocrítica
de comunidad [Cortina, 2001]. En opinión de Pietro Barcellona:
“Hoy sabemos que la idea de comunidad no puede pensarse como
un espacio opresivo y autoritario, sino como elección libre basada
en la conciencia de que sólo en la reciprocidad de las relaciones no
dinerarias se produce el verdadero reconocimiento de la diferencia
y de la particularidad. La comunidad puede ser el lugar donde [...]
se evite la conversión de todos nosotros en «analfabetos sociales»”
[Barcellona, 1996, p. 125].
De otra banda, por lo que respecta al “liberalismo comunitario”,
es interesante analizar brevemente la evolución intelectual sufrida
por Charles Taylor para comprender mejor el trasfondo común que
une su disertación filosófica con la de Denis de Rougemont. En este
sentido, es relevante destacar previamente que, como es sabido, el
liberalismo social de John Rawls y sus esfuerzos constructivistas para
integrar la ebullición de la diversidad identitaria dentro del pluralismo
formal liberal no dan un resultado satisfactorio. Mientras que
el conjunto del liberalismo más doctrinario e individualista no oculta
la total ausencia en él de una teoría normativa ante la necesidad de
acomodar el fenómeno multicultural. Así, argumenta únicamente
soluciones de carácter pragmático y niega a los “multiculturalistas”
la posibilidad de conseguir una teoría política genuinamente liberal
para legitimar políticas de reconocimiento de grupos culturales, bajo
la acusación, en caso contrario, de connivencia con el nacionalismo
[Rivero, 1999].
Precisamente, conforme recalca Àngel Castiñeira, Taylor padecía
en su biografía intelectual de una cierta esquizofrenia, que desvinculaba
la filosofía política liberal, aprendida de sus estudios en Oxford, y la
realidad de su militancia política en el Québec, en medio de las tensas
transformaciones del federalismo canadiense. De la constatación de
ese reduccionismo metodológico inoperante, al que conducía el individualismo
liberal, se engendra su interés por la antropología filosófica,
en especial por la dimensión comunitaria en la formación del yo, y, en
consecuencia, el giro hacia una razón práctica intersubjetiva de carácter
hermenéutico [Castiñeira, 1999]. No obstante, a nuestro parecer, en
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DEMOCRACIA
GLOBAL, IDENTIDAD Y
RESPONSABILIDAD CÍVICA
DE LA CIUDADANÍA.
DIÁLOGOS ENTRE
SEYLA BENHABIB, EL
LIBERALISMO COMUNITARIO
Y EL FEDERALISMO
INTEGRAL DEL SIGLO XX
Joan Alfred Martínez i Seguí