Democracy Today.indb - Universidade do Minho

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DEMOCRACY TODAY
3.
4.
unos mismos derechos y deberes en el ámbito público e institucional.
El segundo hace abstracción de lo común y considera a cada persona
en su individualidad específica, con su historia, su identidad particular
y su constitución afectivo-emocional, lo cual conlleva normas
privadas de equidad, amistad, amor y cuidado. A partir de esta diferenciación,
se postula una relación entre los puntos de vista del “otro
generalizado” y el del “otro concreto” como un continuum, ya que la
visión del “otro generalizado” es necesaria pero no suficiente para
definir el “punto de vista moral” en las sociedades modernas. Por
consiguiente, la incorporación del otro concreto resalta el carácter
situado o contextual del ciudadano, quien se halla entretejido en
una red de narrativas identitarias, intereses privados y relaciones
afectivas, alcanzando la autonomía en un proceso de comunicación
y reconocimiento mutuo.
Dado lo anterior, el anhelo de universalización ya no puede revestir
las características de abstracción formal e idealismo trascendental
inherentes a la Ilustración dieciochesca. Un proyecto de universalismo
posilustrado debe ser pues interactivo y globalizado, es decir,
no circunscrito tan sólo a la dimensión legislativa o normativa, sino
abierto también a conocer y expresar las diferencias entre géneros
así como las distintas situaciones contextuales. Es por ello que este
universalismo interactivo se encuentra íntimamente ligado, de una
banda, a la visión de un yo encarnado en las relaciones humanas a
través de identidades narrativas, y de otra, a la formulación de un
“punto de vista moral” entendido a modo de realización contingente
de una forma interactiva de racionalidad práctica, más que
como punto de vista ahistórico y abstracto de una razón meramente
legislativa.
Por último, recogiendo lo que acabamos de decir, el papel de la ética
pública parte de la afirmación de un “punto de vista moral” de carácter
contingente, pragmático e interactivo, posibilitado por medio de una
razón práctica intersubjetiva no sólo comunicativa-discursiva, sino
también abierta al contexto situacional y a la narratividad identitaria.
A este respecto cabe señalar dos puntualizaciones. Por un lado, la
reformulación de la tradición universalista en el campo de la filosofía
moral dirige a Benhabib hacia la construcción de un “punto de
vista moral” basado en el diálogo sobre cuestiones éticas y políticas