Democracy Today.indb - Universidade do Minho
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I<br />
200<br />
DEMOCRACY TODAY<br />
Seyla Benhabib, desde parámetros comunes al resto de miembros de<br />
la tercera generación de la Escuela crítica de Frankfurt, busca reelaborar,<br />
sin desmantelar por completo, los ideales morales y políticos de<br />
la modernidad, la Ilustración y la democracia liberalrepublicana, en<br />
medio de una atmósfera posmoderna de franco escepticismo respecto<br />
a su actual vigencia [Sánchez Muñoz, 2009]. Semejante objetivo lo<br />
aborda a través de <strong>do</strong>s reflexiones ligadas entre sí. En primer lugar,<br />
un replanteamiento de las ideas de sus antecesores frankfurtianos<br />
facilita<strong>do</strong> en gran medida por la inspiración de Hannah Arendt, centrán<strong>do</strong>se<br />
sobreto<strong>do</strong> en las limitaciones y constricciones detectadas en<br />
la obra de Habermas [Benhabib, 1986 y 1996]. Y, en segun<strong>do</strong> lugar, una<br />
apertura al diálogo con las más destacadas corrientes del pensamiento<br />
hodierno: el liberalismo de Rawls, los comunitaristas, las feministas<br />
y los pensa<strong>do</strong>res posmodernos.<br />
En esta línea de trabajo, el lega<strong>do</strong> universalista de la modernidad<br />
aún tiene mucho que decir frente a las fragmentaciones culturales y<br />
nacionales y los ataques constantes a los derechos humanos desde<br />
visiones relativistas. Para Benhabib, los elementos más sobresalientes<br />
de la herencia moderna que cabría salvaguardar a toda costa serían:<br />
1) un universalismo comprometi<strong>do</strong> con el respeto universal de cada<br />
persona en virtud de su humanidad; 2) la autonomía moral de los<br />
individuos; 3) la consecución de la igualdad y de la justicia socioeconómica;<br />
4) la participación democrática; 5) el más extenso sistema de<br />
libertades políticas y civiles compatibles con principios de justicia;<br />
y 6) la formación de asociaciones humanas solidarias. En to<strong>do</strong> caso,<br />
cabría atender también a las certeras y sagaces críticas lanzadas sobre<br />
las teorías universalistas por parte del comunitarismo, el feminismo y<br />
el posmodernismo. Y de forma especialmente perentoria a las siguientes<br />
tres cuestiones: 1) el escepticismo hacia la posibilidad de que una<br />
razón legisla<strong>do</strong>ra por sí sola sea capaz de vertebrar un “punto de vista<br />
moral” (“posición original” en lenguaje rawlsiano o “situación ideal de<br />
habla” en lenguaje habermasiano); 2) el cuestionamiento del carácter<br />
abstracto y desarraiga<strong>do</strong> del sujeto autónomo moderno, nostálgico<br />
del ego masculino; y 3) la inadecuación de esa razón legisla<strong>do</strong>ra o<br />
normativa para dar cuenta de la indeterminación y multiplicidad de