Catholic Church of the Resurrection - Resurrection Catholic Church

Resurrection Catholic Church
Houston, TX www.rcchouston.org April 21, 2013
From the Pastor Del Párroco
“My sheep hear my voice. I know them and they
follow me” (John 10). This quote from Sunday’s
reading compels us to ask who are the sheep who
hear the voice of Jesus.
We dare not get into a conversation that consists of
“counting sheep,” that is, counting how many follow
Jesus and how many don’t.
Jesus does not do that in this passage. He simply
says three things:
His sheep hear his voice.
He knows them.
They follow him.
Everyone born in this world comes out of the womb
already familiar with the native tongue of heaven,
that is, the voice of the shepherd. So when we hear it
in the scriptures, in the sacraments, and in a powerful
way, the lives of those who follow him, we hear
something familiar.
Jesus says he knows his sheep. Perhaps because his
sheep know him. We are truly ourselves when we
know God. We are truly what God made us when we
hear his voice and get to know him. When we are
our truest selves we are as God knew us when he
created us.
That’s why someone who plugs up their ears so they
don’t hear their shepherd’s voice lose their
knowledge of God. They lose their selves. They
become someone other than who they really were.
They become someone other than who God knew
when he created them.
For that reason, even God can say, “I don’t know
you.” This is much like how a friend might say to
another friend who has lost his way, “I don’t know
you anymore.”
We hear his voice. We know him. So we become
more of who God made us to be.
Jesus knows those who know him.
The next step is to follow the one we know.
Fr. Christopher Plant
frplant.com
"Mis ovejas oyen mi voz. Yo las conozco y me
siguen" (Juan 10). Esta cita de la lectura del
domingo nos obliga a preguntar quiénes son las
ovejas que escuchan la voz de Jesús.
No nos atrevemos a entrar en una conversación que
consiste en "contar ovejas," que es, contar cuántos
siguen a Jesús y cuántos no.
Jesús no hacen eso en este pasaje. Simplemente
dice tres cosas:
Sus ovejas oyen su voz.
Él los conoce.
Lo siguen a El.
Todos los que nacen en este mundo salen de la
matriz ya familiarizada con la lengua materna del
cielo, es decir, la voz del Pastor. Cuando
escuchamos en las escrituras, en la sacramentos, y
de una manera poderosa, las vidas de quienes lo
siguen, escuchamos algo familiar.
Jesús dice que él conoce a sus ovejas. Tal vez
porque sus ovejas lo conocen. Somos
verdaderamente nosotros mismos cuando
conocemos a Dios. Somos verdaderamente lo que
nos hizo Dios cuando escuchamos su voz y
lo llegamos a conocer. Cuando somos nosotros
mismos verdaderamente somos como Dios nos
conocían cuando él nos creó.
Es por eso que cuando alguien se tapa sus oídos
para no escuchar la voz de su pastor pierde su
conocimiento de Dios. Se pierden ellos mismos. Se
convierten en alguien distinto a quien realmente
fueron. Se convierten en alguien distinto a quien
Dios conocía cuando los creó.
Por esa razón, Dios pueden decir, "yo no te
conozco." Esto es muy parecido a cómo podría
decir un amigo a otro amigo que ha perdido su
camino, "Yo no te conozco ya."
Escuchamos su voz. Lo sabemos. Así que nos
convertimos en más de que Dios nos hizo.
Jesús sabe quienes lo conocen.
El siguiente paso es seguir el que conocemos.
Padre Christopher Plant
frplant.com